Fíjense en la imagen de la niña que aparece tras este primer párrafo. De ojos azules, rubita, guapa: en fin, una princesita adorable. La típica niña Disney, al menos de la de antes, dado que la de ahora también es sostenible, diversa e inclusiva. Y es que hay que adaptarse a los designios de cada época para mantenerse. Ser camaleónicos es requisito indispensable para cualquier marca que aspire a mantenerse en el tiempo, como la Iglesia, que ahí sigue tras casi dos mil años y seguirá in sæcula sæculorum.
Disculpen mi anterior divagación, ya saben cómo soy. Esa niña encantadora era muy buena estudiante además de sociable y deportista —practicaba baloncesto y hockey con el equipo de su colegio—. También era cariñosa y sensible, al punto de llorar si por casualidad pisaba a un gusano. Eso decían sus padres y hermana.
Quizá, queridos lectores, les reconfortaría que les mencionara algún episodio truculento durante su infancia, tal vez un abuso o cualquier drama que explicara cómo ese ángel de niña se convirtiera en una adolescente capaz de decirle a una compañera de clase que estaría mejor muerta y que ella podría ayudarla al respecto. Lamento informarles que no hay nada. Joanna se crio en una familia normal, si me permiten el adjetivo poco inclusivo y diverso. Kevin, su padre, era guardia de seguridad; Kathleen, su madre, llevaba una tienda de ropa; y su hermana mayor era una buena chica.
De Joanna dijo un psicólogo criminalista que tenía una personalidad camaleónica, que era capaz de adaptarse y ofrecer a cada persona lo que esta necesitaba para así controlarla. ¿Ven? Esa capacidad funciona también entre particulares, además de a la Disney o a la Iglesia. Es posible que durante su infancia Joanna ya fuera consciente de lo que era, pero sabía disimularlo, al menos hasta que alcanzó la edad para no querer seguir siendo adorable. O simplemente se aburrió de parecerlo.
Con trece años su carácter se tornó irascible, violento y rebelde; también empezó a beber, fumar y coquetear con las drogas y los chicos. A los quince se escapó de casa con un muchacho un poco mayor. Esa aventura duró poco y seguro que sus padres se alegraron de su vuelta, quizá tanto como lo lamentarían después, dado que Joanna regresó al hogar aún más irascible, violenta y rebelde.
Sus padres y hermana la padecerían solo un año más. Después, ya no tendrían más noticias de ella, hasta que vieran su foto en los periódicos.
DE CAMBIAR PAÑALES A SER UNA BESTIA SEXUAL
A cualquier lugar que fuera dominaba con su sexualidad, simplemente era una seductora.
Casey Jordan, criminóloga
Hoy día, nuestros comprometidos medios de comunicación y nuestras solidarias redes sociales iniciarían una campaña de búsqueda de la pobre chica menor de edad a quien un pérfido hombre mayor de edad la sacó engañada, o secuestrada, de su hogar. Y es que como dice la famosa frase: No dejes que la verdad te arruine una buena historia.
Y la verdad en este caso es que Joanna no solo era camaleónica, sino que aprendió muy pronto a sacar provecho de su talento seductor y encontró en John Treanor, un chico de 18 años, una presa muy fácil de la que servirse para escapar definitivamente de casa.
El tal John no me parece que fuera muy listo, pero logró que Joanna dejara las drogas y el alcohol. También la dejó embarazada en un par de ocasiones, consiguiendo que nuestra chica llevara una vida más o menos convencional cuidando de sus dos hijas. Al menos mientras fueron pequeñas.
Cuando las niñas dejaron de ser bebés ya se vio libre del cuidado intensivo como madre, y volvió a beber y drogarse. No solo eso. También dio rienda suelta a su deseo sexual. De hecho, según comentaría su hija mayor Shianne, en ocasiones la utilizaba y con la excusa de llevarla a casa de sus amigas, Joanna aprovechaba para mantener tórridos encuentros sexuales con sus padres, mientras las niñas jugaban en otra habitación. Las infidelidades fueron constantes y con el tiempo dejó de molestarse en ser discreta. Se ausentaba de casa durante días de absoluto jolgorio erótico festivo en los que descubrió su pulsión sadomasoquista. Sentía placer provocando y sufriendo daños físicos durante sus relaciones íntimas. Una adicción que, como todas, siempre le hacía sentir la necesidad de experimentar algo más fuerte en la siguiente ocasión.
Cuando regresaba a casa lo hacía con resaca, muchas veces con las agujas de sus chutes colgándole del brazo, tan fuera de sí que hasta amenazaba de muerte o directamente agredía a su esposo.
Hasta los tipos como John tienen su límite. El suyo llegó cuando Joana acompañó sus amenazas con una daga de siete centímetros. Temiendo por su vida y por la de sus dos hijas pequeñas —de 10 y siete años—, John se marchó de casa dejando sola a su dulce esposa.
Era 2009, y con 27 años, Joana por fin era libre para dar rienda suelta a todos los excesos que ansiaba experimentar. Vagó por distintas localidades inglesas, robando o prostituyéndose para pagarse la bebida, la droga y los tatuajes y piercings que adornaban su cuerpo junto a las cicatrices de los cortes que ella misma se infligía. Fue en esta época en la que se tatuó una estrella en el pómulo derecho. Algo que, si me permiten comentarlo, no es lo más aconsejable para alguien que flirtea con eso que llaman delito. Sin duda, Ted Bundy se llevaría las manos a la cabeza. Pero es que Joanna era así, impulsiva y manipuladora a partes iguales, capaz de desatar un ataque de furia por el vuelo de una mosca; o mantener la calma más fría si tenía un plan o un objetivo en mente.
Este período terminó con sus huesos, carne y tatuajes en una clínica mental de Peterborough, donde pasó un año de condena por una agresión y le fue diagnosticado por primera vez un trastorno de personalidad antisocial. ¡Ay, estos psiquiatras! Tan empeñados en poner etiquetas a todo aquello que no se amolde al estándar social… Bueno, en realidad es divertido hablar con ellos sobre uno mismo e imagino que Joanna disfrutó de esa experiencia para mejorar su don de gentes.
Lo que no lograron esos psiquiatras fue quitarle las ganas de diversión.
Todo lo contrario.
EL CADÁVER VISTE DE NEGRO CON LENTEJUELAS
Asesinar no es nada. Es como ir a una parrillada de domingo.
Joanna Dennehy
El 29 de marzo de 2013 la policía de Peterborough recibió dos llamadas. En la primera, una mujer denunciaba la desaparición de su marido y de su coche. La segunda avisaba de la aparición de un coche en llamas en un camino rural de las afueras. Pronto confirmaron que se trataba del coche de Kevin Lee, el marido desaparecido.
Kevin sería encontrado a la mañana siguiente a unos 15 kilómetros de su coche. El cadáver apareció en una zanja y ataviado con un vestido de mujer negro con lentejuelas. Mostraba signos de agresión sexual y cinco puñaladas en el pecho.
Con todo, eso no fue lo más macabro. El cuerpo se encontraba de rodillas, con la cabeza sumergida en un riachuelo y el trasero en pompa, con el vestido bien arremangado para mostrarlo impúdicamente. En mi caso, si me permiten el inciso, suelo marcharme en cuanto termino mis asuntos, pero según me han comentado, manipular un cadáver no es nada fácil y menos cuando aparece el rigor mortis. Así que los policías comprendieron de inmediato que esa puesta en escena era importante para el culpable. Y quien fuera capaz de eso, sin duda era capaz de cualquier cosa.
La cámara de seguridad de una gasolinera había grabado al coche de Kevin y a su conductor, un corpulento tipo de más de dos metros con un sinfín de antecedentes penales, llamado Gary Stretch. Fil Waters y Paul Williamson, los detectives de homicidios encargados del caso, se mirarían con un gesto de asentimiento, pensando que ya tenían al asesino.
Sin embargo, algo les llamó la atención. Justo detrás del coche conducido por Gary, llegaba otro vehículo. De él se bajó una mujer de metro y medio, delgada, con un gorro de lana cubriendo su pelo castaño. ¿Quién era? ¿Qué relación mantenía con Gary?
Nosotros ya sabemos de quién se trataba. Joanna, tras salir del internado, conoció a Kevin Lee, un tipo que se dedicaba a alquilar pisos a personas vulnerables que recibían distintas ayudas sociales. Entre ellas, también se encontraban personas con antecedentes penales. Le ofreció un techo y además le dio trabajo como cobradora de los alquileres y encargada de pequeñas obras de mantenimiento que desempeñaría junto a Gary, el tipo de más de dos metros que de inmediato cayó rendido a sus encantos.
Para desgracia de Gary, Joanna jamás mantuvo ninguna relación sexual con él. Sí la tuvo con Kevin. Sus encuentros eran de alto voltaje y calificar de duro el sexo que practicaban es quedarse corto. Las fantasías sadomasoquistas de Joanna volvían loco a Kevin, así que cuando el 29 de marzo de 2013 Joanna le propuso disfrazarlo de mujer para después ser violado por ella, no pudo resistirse.
Lo que Joana no le dijo fue que después de la violación le asestaría cinco puñaladas en el pecho como punto final. Tras ello, Joanna llamó por teléfono a Gary y le cantó el primer éxito musical de Britney Spears: «Oops, I did it again» (Ups, lo hice de nuevo). Gary, cual perrito faldero, acudió de inmediato para ayudarla a deshacerse del cuerpo e iniciar una huida de cuatro días, loca y desenfrenada como la que años atrás protagonizó la pareja formada por Bonnie y Clyde y en la que asesinaron a nueve policías.
Joanna no solo quería emular esa huida, también aspiraba a llegar a ese número de presas.
Y solo le faltaban seis.
NECESITO DIVERTIRME MÁS
Esa no era la persona a la que yo daba la mano mientras paseaba, a la que le daba un beso de buenas noches al irme a la cama.
Shianne Treanor, hija de Joanna Dennehy
La policía, tras identificar a Gary Stretch, acudió a su casa, pero su esposa les informó que hacía más de un día que no había regresado. Luego, tras confirmar la identidad de Joanna y descubrir que mantenía una aventura con Kevin Lee fueron a la suya. Fue allí donde encontraron la sangre del casero, ya seca, dándole su característico tono amarronado a las sábanas de la cama del dormitorio.
Habían transcurrido unas pocas horas desde el hallazgo del cadáver vestido de mujer y sus primeras sospechas recaían todavía en Gary. También desconocían que Kevin era la tercera víctima. Los cuerpos de los primeros dos hombres serían descubiertos diez días después, cuando la aventura de Joanna y Gary había terminado.
Joanna descubrió algo que le daba más placer que el sexo. Apenas una semana antes de asesinar a Kevin Lee, se había estrenado con un emigrante polaco llamado Lucas al que conoció en un centro comercial y con el que quedó para una cita sexual. A Joanna, ya no le valía con dar y recibir daño físico, eso ya no le producía el placer arrebatador que tanto ansiaba. Necesitaba más. Necesitaba saber qué se sentía al matar a una persona.
Planeó meticulosamente el encuentro. Incluso, le pidió a Gary que permaneciera escondido en una habitación por si algo salía mal.
Pero todo salió según el plan.
Al llegar Lucas, Joanna lo recibió con sus habituales y encantadores modales. Lo invitó a acompañarla a la cocina para ir poniéndose a tono y mientras el ingenuo tipo vertía una bebida en su vaso, nuestra chica cogió una navaja automática y le asestó cinco certeras puñaladas en el corazón. Después, con ayuda de Gary, lo metió en un cubo de basura de esos con ruedas y lo dejó en un callejón.
Su segunda víctima, apenas tres días después, fue John Chapman un soldado jubilado y alcohólico que dormía en uno de los pisos de Kevin Lee a los que Joanna tenía acceso libre. Parece ser que entró en la vivienda cuando este dormía y le asestó su ronda de puñaladas sin molestarse en despertarlo.
Hasta el asesinato de Kevin Lee, Joanna se había mostrado como una asesina en serie organizada. Actuaba de manera ordenada y planificada. De hecho, la policía encontró en su piso una lista de objetivos que siguió escrupulosamente, tachando el nombre de cada uno conforme los iba ejecutando. Sin embargo, quizá porque sus ansías de sangre se desbordaron o bien porque no había pensado hasta entonces que el asesinato de Kevin sí provocaría una reacción inmediata de la policía al contar con una familia, Joanna se transformó en una asesina en serie desorganizada, dejándose llevar por sus impulsos.
Tras deshacerse del cuerpo de Kevin en aquella zanja, Joanna le pidió a Gary emprender un viaje como Bonnie y Clyde. Necesitaba divertirse más y quizá era consciente de que le quedaba poco tiempo antes de que la policía la atrapara.
Durante cuatro días, junto con Gary, recorrieron frenéticamente Inglaterra. Más de 300 kms, en los que fueron cometiendo atracos e incluso usaron una cámara de fotos robada para ir registrando sus aventuras. Así llegaron a la localidad de Herefor. Circulando por sus calles, Joanna observó a un jubilado paseando a su perro. Le dijo a Gary que parara. Ella salió tranquilamente del coche y llegó a la altura del anciano dándole los buenos días primero y diez puñaladas después. El tipo, aunque anciano, parece que es duro y ha logrado sobrevivir. Fue él quien llamó a la policía diciendo que una mujer con una estrella tatuada bajo su ojo derecho le había agredido.
Joanna debía estar exultante y excitada. Tanto, que solo diez minutos después observó a otro anciano que también paseaba a un perro y repitió el mismo modus operandi. En esta ocasión asestó cincuenta puñaladas al pobre tipo, aunque también sobrevivió. Después se llevó al perro con ella. Regresó al coche lamiendo la hoja ensangrentada de su cuchillo y saludando al resto de viandantes que la observaban horrorizados.
Sí, lo han leído bien. ¡Secuestro a su perro! Permítanme que en este punto detenga la narración. Creo que hasta ahora he sido inclusivo y diverso, pero no sostenible. Así que ahora que he mencionado a esos perros, me veo en la obligación de informarles de un estudio que concluye que nada menos que 1 de cada 4 kg de CO2 generados provienen del procesamiento de comida de gatos y perros. Además, el 30% del suelo que se utiliza para producir alimentos basados en carne se atribuye a la comida de estas adorables mascotas. Este impacto irá a más, dado que según estudios estadísticos los perros y gatos duplican en número a los niños y niñas menores de cinco años que residen en nuestros hogares. Así que, por el bien del planeta, les pediría a los dueños de estos adorables animales que se decanten por una dieta vegana para alimentarlos, o bien elijan canarios y peces que son mucho más sostenibles para el planeta.
No es necesario que me agradezcan esta recomendación. Es mi compromiso personal en pro de la sostenibilidad.
LA PSICÓPATA COMPROMETIDA
Sí, soy una asesina en serie. Me declaro culpable y eso es todo. Váyanse a paseo.
Joanna Dennehy, durante su juicio.
Tras esa última agresión la policía finalmente la atrapó. Joanna se encontraba en el interior del coche, cubierta de sangre y acariciando al perro. Regaló a los agentes una sonrisa y no ofreció más resistencia a su detención que unos pasos de baile que imitaban a los de Gene Kelly en la grandiosa Cantando bajo la lluvia.
Se mantuvo risueña y encantadora en todo momento. De hecho, llegó a flirtear con los agentes que la custodiaban y estos incluso parecieron sucumbir a sus encantos, como muestra esta transcripción de ese momento.
¡¡Caray con Johanna!! No la conocía de nada, pero me ha parecido terrorífica. Desde luego, los hay que no necesitan de una infancia triste, maltratos, miseria, etc. para convertirse en verdaderos psicópatas. Este señor López nos trae personajes perturbadores, pero muy interesantes.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias, sra. Berros. Me alegra que disfrute de mis entradas y de los personajes que traigo. Un beso de vuelta.
EliminarEstupenda entrada David. Es la primera que leo de la sección "True Crime" y me ha gustado mucho. Además la "edición" me parece original y muy currada. Me vienen bien estas entradas porque el "true crime" me interesa bastante. Hace tiempo seguía muchos canales dedicados a este tipo de contenidos, pero dejé de verlos, por lo que estas entradas me permitirán seguir conociendo casos tan interesantes como este.
ResponderEliminarSaludos!
Gracias, sr. Mompeán. Un placer conocer a un lector con tan buen gusto y que sabe apreciar una entrada como esta. Espero que la próxima le resulte tan deliciosa como esta. Un saludo de vuelta.
EliminarSr. López, esta tía tiene una peli y de las grandes jajaja. Diría en primer lugar que este personaje es una auténtica joya para la psiquiatría moderna. Y por supuesto un auténtico infierno para sus víctimas. Se ha dicho de los psicópatas que su necesidad por sentir los ha llevado a extremos pero es que el de esta mochuela tiene tela. La tranquilidad que en los tiempos que estamos iremos hacia psicópatas más veganos, más sostenibles y por supuesto con cuchillos de Albacete. He visto el vídeo que ha subido de YouTube y la tía es una crack, con perdón de las víctimas, en la puñetera comisaría. La verdad no sé si arregla el amor mucho con la cadena perpetua en estos casos: funcionarios, novios, novias, el perro de un ciego que vaya a la cárcel.... El peligro sigue estando ahí al no ser que los recursos de psiquiatría hayan llevado efecto el cambio de convertir a esa niña angelical en una auténtica hija de Putin.
ResponderEliminarEso sí, pero de chupar el cuchillo lleno de sangre tiene que tener su punto. ¿Verdad Sr. López?
Me he asombrado su artículo así que gracias por traerlo a Balas y Estrellas 💫
Gracias, sr. Pina. Me alegra volver a contar con su comentario. Sin duda que Joanna es una mujer peculiar y que sabe manejar un buen cuchillo, además es retorcidamente morbosa, algo que por supuesto uno sabe apreciar en su medida. Celebro también que le guste esta deriva sostenible, inclusiva y diversa de la sección, creo que debemos ser ciudadanos responsables y aprender de esos amantes de lo políticamente correcto que tanto se esfuerzan por reforzar nuestra moral y buenas costumbres.
EliminarY hablando de costumbres, no suelo lamer los cuchillos ensangrentados, prefiero pasear mi lengua por superficies más dulces y calientes. Ahora que lo menciona, hace tiempo que no lo uso, algún día podrá leer qué circunstancia me hizo sustituirlo por una Glock. Le espero en mi próxima entrada. Saludos!
Bueno, una suerte que no durara mucho su reino de locura, o debo decir de perturbaciones psíquicas, y delirio delincuencial.
ResponderEliminarSr. López, muy bien detallado su artículo, me temo que se esforzó para hacerlo lo más digerible posible, y me quedo con la sensación de que esta mujer camaleónica, en algún momento crucial de su crecimiento, sufrió una crisis de identidad que marcó un antes y un después en su mente, ya sea por alguna causa física y emocional, o psíquica y paranormal. Eso además de ser una magnífica actriz, lastima que usara su talento para destruir y destruirse.
Tal vez al empezar a menstruar el olor de la sangre despertó a la víctima que venía de otra vida con sed de venganza, o al asesino que anteriormente fue, o que quiso ser y no fue... Menos mal que está bien guardada ya.
Un artículo muy sostenible e inclusivo Sr. López, mis saludos a David
Gracias, sra. Payano. Un verdadero placer poder encontrarme de nuevo con usted y con sus sabios comentarios. Me alegra que haya mencionado mis esfuerzos por no caer en los detalles más truculentos, es algo que me resulta especialmente difícil dado que son esos detalles los más interesantes como siempre le comento al administrador de este blog. Pero me ha hecho ver que hay mucho censor por internet. Así que, de momento, seguiremos así, aunque no descarte que en algún momento logre explayarme, je, je, je... Transmito su saludo a David.
Eliminar¡Menuda historia, señor López! Me ha tenido pegada a la pantalla sin poder dar crédito a su relato. Un personaje tan de película, esta Joanna, que parece mentira que sea real. La canción de Britney Spears, el cuchillo ensangrentado, el secuestro del perro... En fin, una historia tremenda que no has contado usted de un modo apasionante, con todo lujo de detalles y ese puntito de ironía que lo caracteriza. No me extraña que el administrador del blog acepte sin rechistar todas sus propuestas...
ResponderEliminarGracias, sra. Navarro. Veo que mantiene su buen gusto lector y sabe apreciar no solo mi forma de contar la historia de estos personajes tan únicos, sino mis comentarios y consejos que espero sean valorados como se merecen. El administrador del blog de momento se porta bien, es un tipo que sabe muy bien lo que le conviene, se lo aseguro. Saludos.
EliminarEnvolver en terciopelo humorístico la historia sórdida de una mujer empoderada y tan amiga de cortar por lo sano tiene su miga. Si la pillase Oliver Stone hace unas décadas cambiaría el argumento de Asesinos Natos.
ResponderEliminarMis felicitaciones, señor López. Siga usted así
Gracias, doctor Krapp. La inclusión y diversidad es un valor en todos los ámbitos de la vida, incluido en el mundo del crimen donde, afortunadamente, existen multitud de ejemplos de ello. Para la próxima traeré a un blanco occidental y muy bien parecido para que no me tachen de lo que no soy. Sin duda que seguiré como soy, no puedo seguir de otra forma. Saludos
EliminarVaya, vaya , señor López. Menuda "elementa" que nos ha traído hoy a sus lectores (Upss, quizá esto no sea una expresión sostenible). Estoy tratando de digerir la lectura mientras le escribo estas palabras. Me ha dejado un regusto inmejorable. Pensé que , tras Ramirez, el nivel podría decaer , pero veo que se mantiene usted en forma y ganando músculo. Seguiré muy atento sus crónicas.
ResponderEliminarUn abrazo criminal.
Gracias, sr. Merchán. Intento mantenerme en forma y musculado, aunque últimamente me siento más perezoso a la hora de ir al gimnasio. Espero que su digestión sea apacible, le recomiendo un chupito de orujo si siente alguna molestia, dicen que es digestivo. Ya ando con la siguiente entrega en la que traeré al blog a uno de los asesinos seriales más top de la historia, espero que siga manteniendo su buen gusto para entonces. Saludos
EliminarMuy cierto es que la realidad supera la ficción. Si en una película esta historia ya me habría producido escalofríos, pensar que todo sucidió según lo relatado, me ha hecho sentir un pavor mayúsculo. Es increíble que puedan haber sujetos con aparencia normal pero que esconden a un monstruo en su interior. Muchas veces resulta difícil establecer si estamos ante un/a psicópata o una mente diabólica que jamás se curará y lo mejor que se puede hacer con ella es encerrarla de por vida.
ResponderEliminarUn relato escalofriante e intersante a parte iguales.
Un saludo.
Gracias, sr. Panadés. Por si le interesa, parece ser que actualmente, Joanna se dedica al ganchillo y el punto de cruz junto a su actual esposa. Por supuesto, en la cárcel, donde pasará el resto de su vida, siendo la segunda mujer condenada a cadena perpetua en el Reino Unido. La gente corriente suele buscar causas o razones que justifiquen algo. Un error como otro cualquiera, al final todo se reduce a la escala de valores de cada uno, algo que no soy el más indicado de juzgar. Saludos
Eliminar¡Madre mía! Por Dios, que no la dejen salir con ningún tipo de excusa de esas tontas que de repente se sacan los políticos de la manga, una tipa así en la calle tiene más peligro que un error en dos semáforos cercanos. Y parecía que tenía cara de buena, aquí es donde entra en circulación esa pregunta de ¿la persona malvada nace o se hace? Y creo que con esta cumple ambos requisitos, nacería mala y siguió mala, por eso se escapó tan pronto de la casa (y porque no se sabe si hizo alguna de las suyas durante su infancia, pero estoy segura que sí, pero no ha trascendido). Muy buen artículo. Un abrazo. :)
ResponderEliminarGracias, sra. Merche. En el fondo, ¿qué más da? Esas imágenes de la comisaría sucedieron un par de horas después de que asestara casi cien puñaladas a dos ancianos y, no me olvido, secuestrara a un perro. Somos física y química, y de cómo se mezclen ambas cosas nuestra escala de valores será una u otra tanto para lo bueno como para lo malo. ¿Se ha fijado en esos santurrones que están todo el santo día buscando cualquier excusa para ser solidarios? ¿No tendrán también otra peculiar psicopatología? Saludos
EliminarHola, Sr. López:
ResponderEliminarPese a lo truculento de lo contado y mi desagrado por estas realidades siniestras, he leído con interés su artículo. Está escrito con un pulso firme y narrado de una manera literaria. El que le quite todo lustre a esta asesina y a sus acólitos es de agradecer, ya que son muchos los fascinados por estos asesinos que los presentan de manera fascinante.
Lo animo a proseguir con su trabajo periodístico, Sr. López.
Un abrazo, David; leerte es siempre ameno.
Gracias, sr. Ortea. Aprecio que sepa reconocer un artículo bien escrito y trabajado, no le quepa duda que respeto mucho a quienes me leen. Que quiere que le diga, soy un perfeccionista. También es verdad que cuento con otro blog, en concreto, uno de autoayuda. Quizá algún día les hable de él. Saludos
EliminarHola, señor López, ya tenía ganas de volver a verle por aquí, aunque, he de decirle, que el personaje que nos ha traído le supera y con creces. Menuda elementa, seguro que de ella saldrían varias enfermedades de esas mentales que no salen en ningún libro y que están fuera de toda experiencia. He visto el video y me ha impactado aún más ese proceder tan calmado y coqueto sosteniendo a sus hombros tamañas atrocidades. Un personaje alucinante, aunque entiéndase esa palabra desde el punto de vista de lo sorpresivo, de lo impactante, porque pocas personas les gustaría encontrarse de frente con ella.
ResponderEliminarUn abrazo, señor López, y dele otro a David, que espero no lo tenga maniatado en algún sótano al lado de alguno de sus amiguillos, jejej
Gracias, sr. Pepe. Para su tranquilidad le informo que mi relación con David se encuentra dentro del respeto y la educación, así que de momento las sogas y el sótano continúan desocupadas y tranquilas. Joanna es como bien dice algo único en su especie, es difícil encontrar algo parecido en la larga lista de personas especiales. Quizá eso es lo que resultara tan atrayente a los hombres que sucumbían a sus encantos, no obstante, y también para su tranquilidad no es mi tipo, o prototipo como dicen en cierto programa de citas de la televisión del que soy muy fan. Le mando un saludo de vuelta y dirijo ese abrazo a David.
EliminarMe apena ver a personas incomprendidas como esta mujer. Seguro que tenía un buen fondo.
ResponderEliminarGracias, sr. Cabrónidas. Sin duda todo ser humano tiene buen fondo, el problema es que a veces es tan profunda que a muchos les cuesta encontrarlo. Le mando un saludo.
EliminarVaya, muy completa toda la información sobre esta mujer que aterrorizó a tantas personas incluída su propia familia. ¿Cómo puede una persona aparentemente "normal" dar ese giro? Una historia impresionante. Muchas gracias Sr. López por tan buen y fino contenido, y se agradece también su preocupación por aportar sustentabilidad, diversidad e inclusividad con un toque ecológico, todo en medio del horror. Enhorabuena...
ResponderEliminarGracias, sra. Piera. No le quepa duda de mi compromiso total y absoluto por esos principios que rigen el mundo de hoy, hay que adaptarse a cada época, aunque en el fondo todas las épocas sean iguales, pero ya sabe que la hipocresía es un factor necesario para lubricar las relaciones sociales y de eso sabemos mucho gente como yo. Le agradezco su buen gusto al valorar mi publicación. Le mando un saludo.
EliminarBuenas señor López. Es de agradecer su interés por adaptarse a los tiempos que corren y ofrecernos una entrada inclusiva, aunque estoy seguro que el término inclusivo no está empleado en esta entrada conforme a lo que los vigilantes de la nueva moralidad imperante entienden como tal. Ya se sabe, que la realidad no te estropee tu discurso. Por lo demás, la he disfrutado mucho por las particularidades de este personaje carente de empatía para con sus semejantes y la información detallada que nos ofrece. Sin duda es un buen material de inspiración para dar rienda suelta a la imaginación en lo literario, donde no se hace más daño que las susceptibilidades que puedan herirse. Tengo entendido que la dama en cuestión no es muy feliz en su nuevo hogar, aunque no le ha quedado otra que adaptarse. Reciba un abrazo, con la suficiente distancia de por medio por si acaso, y otro para el administrador.
ResponderEliminarGracias, sr. Valín. ¡Ah! No sabe como disfruto con los moralistas, son tan predecibles que es delicioso seguirles el juego para descubrir, no hace falta mucho, que suelen hacer bueno aquello del "dime de lo que presumes y te diré de lo que careces". Si le soy sincero, tampoco tengo muy claro que significan todas esas palabras, pero si las usa la Disney para vender no veo por qué no usarlas el resto.
EliminarLa sra. Dennehy parece que ahora se ocupa de hacer galletas y punto de cruz junto a su esposa, creo que ya consiguieron casarse en la cárcel. No lo pasa mal, de hecho la primera mujer condenada a cadena perpetua en Inglaterra tuvo que pedir el traslado a otra prisión, cuando Dennehy la amenazó de muerte. Sin duda, una mujer que se hace de respetar. Le mando un saludo y traslado su abrazo a David.
Pero qué joya nos ha traído hoy, Sr. López. Lo he leído sin levantar cabeza y me ha dejado sin palabras. Dicen que "la realidad siempre supera la ficción" y yo era una de las que ponía en duda esa frase. Desde hoy sé que calladita estoy mejor. Ese espíritu camaleónico con el que Joanna conseguía que la persona elegida empatizase con ella, lo puedo ver en sus fotos si no hubiera leído el texto. Su mirada trasparente, simpatía en la sonrisa, gestos divertidos, joven, guapa, blanca... Todo un prototipo femenino de éxito. ¡Ay!, los prototipos, cuánto daño han hecho y, sin embargo, en las redes sociales de hoy siguen funcionando. ¿Cómo se pueden haber filtrado en las nuevas tecnologías saltando de la casposa sociedad del pasado?
ResponderEliminarEncantada de haberle conocido, Sr. López.
Gracias, sra. Pilar. Respecto a su pregunta final ¿no es acaso lo normal? La vida digital se basa en algoritmos y etiquetas, o Hastags como se dice ahora. Para que el negocio funcione los anunciantes deben saber si eres tal o pascual, si te gustan los caballos o las yeguas, si das un like a un político u a otro. No caben medias tintas y una vez etiquetados todo es más fácil, no vaya a ser que la IA que nos tienen preparada no sea tan lista que tenga un cortocircuito con las zonas grises y contradictorias.
EliminarCelebro que haya disfrutado de la publicación, eso demuestra su buen gusto y su capacidad lectora, algo que le agradezco. Le aseguro que el placer de conocerla ha sido mío. Saludos
Estoy segura de haber visto la historia en algún documental porque tanto la cara de la chica como el relato en sí me sonaban muchísimo. El recuento de fechorías de esta mujer tan solo nos recuerda que no dejamos de ser animales domesticados a fuerza de años de pertinaz civismo, pero yo, que soy una ingenua que cree en la bondad del ser humano, sigo quedándome atónita con la capacidad de algunos congéneres de disfrutar con el sufrimiento de los demás. Supongo que por eso buscamos explicaciones psiquiátricas a tales aberraciones, aunque soy consciente de que nuestro cerebro oculta todavía misterios insondables e inaccesibles a nuestro escrutinio.
ResponderEliminarSin duda ninguna, es ese tipo de personajes que llenan con su deslumbrante protagonismo cualquier argumento en este caso muy apropiado para llevarlo a la ficción.
Por cierto, me ha encantado el "inciso sostenible" sobre las mascotas. Yo pediría directamente controlar la población de estos animales a través de un acceso a los mismos mucho más riguroso.
Excelente, Sr. López.
Gracias, sra. Matilde. Celebro y aplaudo que haya sabido valorar como se merece mi aportación en pro a la sostenibilidad con ese dato sobre la contaminación de las adorables mascotas. No piense que soy tan insensible como para no apreciar las ricuras de cualquier perro o gato, pero no he podido evitar ese ejercicio de responsabilidad. Me sorprende que los medios, tan sostenibles ellos, no hagan más énfasis en ello; quizá sigan el consejo de algún experto que les indique lo que es sostenible y lo que no.
EliminarEl ser humano civilizado no puede entender que, en el fondo, el ser humano pertenece a la naturaleza, que es una combinación de física y química y que ello puede dar lugar a personas con gustos muy particulares, personas cuyas motivaciones son distintas a la mayoría, sin tener por qué haber una razón. Aunque le digo que hoy día proliferan muchos negocios intentando encontrar esa razón y ponerle remedio. Una manera de ganar dinero como cualquier otra inutilidad. Disculpe que me haya ido por las ramas.
En efecto, el caso de Joanna ha sido tratado en, al menos, tres series de True Crime las que, junto a los artículos de la prensa inglesa sobre ella, han constituido la fuente de este artículo. A sus pies.
Me suena extraordinariamente y de hace poco, la ciudad de peterborough, pero seguro que no es de una adaptación cinematografica, porque ya se habría mencionado.
ResponderEliminarSoy un amante incondicional de los "estudios" y por tanto no le ofrezco mayor crédito a este que nos menciona que demostrará irrefutable e indubitativamente todo lo contrario. Pero claro , parafraseando a ud. mismo, no vamos a permitir que la realidad nos estropee unas buenas elecciones.
Parece que últimamente se empieza a aceptar que hay personas malas sin necesidad de trastorno mental. Incluso ayer escuche que a raíz de las últimas violáciones de niños menores de 14 años, o sea voladores menores de 14 años, piensan en bajar la inimputabilidad a 12 años.
Debe controlarse ud un poco a la hora de adornar sus narraciones, y de contestar a los comentaristas porqués le está empezando a ver el plumero; a ver si algun día en vez de contarnos, nos confiesa.
De momento, abrazo, a ud y al insigne administrsdor
Gracias, sr. Gabiliante. Le agradezco de antemano la preocupación por mi reputación, aunque para alguien que no tiene ninguna que defender tampoco tiene necesidad de esconder el plumero. Ah! mencionando ud. el plumero no he podido evitar evocar a la hija de mi asistenta que en ocasiones la suple en sus tareas. Adoro los plumeros.
EliminarRespecto a los estudios elaborados por expertos, comparto su valoración. En realidad, hay tantos estudios como culos y siempre hay a mano alguno que sirva a la noticia con esa falacia lógica que es la remisión a la autoridad, académica en este caso. Lo que me resulta divertido, más que los estudios en sí, es cómo unos se publicitan y otros no.
En cuanto al mal, le reconozco que pienso mucho sobre ello y quizá en sucesivas entradas exponga mis opiniones al respecto, opiniones, también le digo, que suelen ser tan volubles como mis principios. Le agradezco su comentario y traslado ese abrazo al administrador que, por cierto, se encuentra ahora transcribiendo mis confesiones y mi historia.
Bien hilado, narrado impecablemente y sin teorizar. Muy bueno.
ResponderEliminarGracias, señor Blanc. Como no tengo modestia, la narración es el resultado inevitable de alguien tan bueno e impecable como yo. Le mando un saludo.
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