LOS STELLA AWARDS | Los premios a los casos judiciales más disparatados

Una anciana tras bañar a su gato —no sé cómo lo consiguió— no tuvo otra idea que meterlo en el microondas para secarlo. A los pocos segundos, la mujer observó horrorizada cómo explotaba el pobre minino dentro del habitáculo. Rota de dolor, acudió a unos abogados y estos presentaron una demanda millonaria al fabricante del aparato porque en su manual de instrucciones no se advertía que el microondas no podía usarse para secar a las mascotas.      Es muy posible que muchos hayáis escuchado esta y otras historias parecidas sobre las muchas demandas, digamos peculiares, que se presentan en los Estados Unidos.    Casi diría que se han convertido en un subgénero dentro de las leyendas urbanas, pero en este caso, sí conocemos su origen.

¡NUNCA TE FÍES DE UN ESCRITOR DE NOVELA NEGRA!


¡Damas y caballeros! Bienvenidos a una nueva etapa de Balas y Estrellas
    Lo apropiado sería comenzar con alguna explicación del porqué de este tiempo de silencio. No sé, tal vez algún secuestro… Hum... Mejor no. Seguro que haríais preguntas y tendría que dar demasiadas explicaciones. Quizá sería menos comprometedor contaros que he estado involucrado en algún turbio asunto del que algún día os daré detalles, eso siempre genera expectación. Aunque, tal vez, en esta época tan cándida podría inventarme alguna dramática historia personal para soltar lagrimillas y amarrar unos cuantos likes solidarios…
    Se me ocurren unas cuantas cosas más, pero ya sabéis que Balas y Estrellas es un espacio analógico, libre de corrección política, bienquedismo y demás postureos. Así que la única razón de la ausencia ha sido…
  Bueno, ¿de verdad os fiaríais de lo que os cuente un aspirante a escritor de novela negra?
  Antes de responder, os invito a conocer tres historias protagonizadas por escritores de novela negra de verdad.

El telegrama maldito

Cuando leí esta práctica de Sir Arthur Conan Doyle me dije que podríamos usarla antes de cada convocatoria electoral y, así, asegurarnos de que los diputados que nos representan en el congreso sean, no ya eficaces o trabajadores —eso es imposible por definición—, sino al menos honrados y ejemplo de lo que predican.

  El creador de Sherlock Holmes era inglés y, como tal, bastante guasón. También era escritor de novela policíaca, así que desarrolló cierto instinto de desconfianza cuando conocía a alguna persona que, además, pretendiera su amistad. Es por eso que ideó un sistema para asegurarse de la honorabilidad de sus amigos: enviarles un telegrama anónimo con el siguiente contenido:
«¡Huye inmediatamente! Todo ha sido descubierto»
    Parece ser, según cuenta la leyenda, que más de uno salió escopeteado de sus mansiones tras recibirlo y nunca más se supo del sujeto en cuestión.

Y es que, reconozcamos, todos tenemos algo escondido en el armario. En la mayoría de los casos solo se tratará de un simple par de calcetines sucios; pero, ¿pondríais la mano en el fuego para asegurar que alguno de quienes os rodean no tenga escondido un cadáver?

¿Qué os parece? ¿Os animáis a enviar un email así a algún amigo, conocido o pareja con ese mensaje de advertencia? Si es así, ruego compartáis en el blog su reacción.

Noticia de última hora

En España, año 2025, en el horario de prime time televisivo se emiten dos programas, al parecer, de entrevistas llamados La revuelta y El hormiguero. Para quienes no los conozcan basta decir que en ellos se somete al invitado de turno a preguntas chorra y distintas pruebas para mayor lucimiento de sus respectivos presentadores. En mi opinión, ambos tienen más amigos y contactos en las altas esferas que gracia, pero de la elección del espectador dependerá que su alma arda en el infierno o disfrute su eternidad en el cielo. Ya sabéis, cosas de estos tiempos tontopolitizados.

    Hace casi un siglo ya, en Inglaterra, en el prime time radiofónico se hablaba de literatura. En concreto, el día 16 de enero de 1926, la BBC emitía un programa donde el escritor de novela policíaca Ronald Knox analizaba la Elegía sobre un cementerio de aldea de Thomas Gray.
    
    A Knox ya lo mencionamos en la entrada dedicada al London Detection Club y, además de ser un destacado escritor, estableció en 1929 el famoso Decálogo de Ficción Detectivesca con las reglas que todo escritor de bien debería seguir para su novela de detectives.

    Pues bien, parece que aquel día londinense era bastante frío y nevaba, así que la población se encontraba en sus casas, tomando tranquilamente su té al cobijo de sus mantitas. Sin embargo, a eso de las siete y media, Knox interrumpió su disertación para leer el siguiente comunicado:
“Una manifestación de desempleados se ha reunido en Trafalgar Square y está provocando varios incidentes y saqueos en la National Gallery. Seguiremos informando”.
    Tras el avance de esta información, Knox dio paso a unos minutos musicales de la banda del Hotel Savoy, pero al poco volvió a interrumpir la emisión informando de que la manifestación avanzaba por la ciudad e incluso que estaban atacando con botellas vacías a los patos de St. Jame’s Park. Desconozco si el anadecidio alteró demasiado a la audiencia, pero lo que seguro la atemorizó fue la siguiente información:
“Eh, ¿qué es eso? Un minuto, por favor. De los informes que acaban de llegar, parece que Sir Theophilus Gooch, que se dirigía a esta estación, ha sido interceptado por los restos de la multitud que todavía se había reunido en Trafalgar Square, y está siendo asado vivo.”
    Nadie sabía quién narices era ese señor, pero que lo asaran vivo desde luego que era mucho más inapropiado que lanzar botellas a los patos y eso conmovió el corazón de las buenas gentes. En la siguiente nota informativa Knox contactó con un reportero cuya voz era casi inaudible por el ruido de explosiones:
“La torre del reloj, de 320 pies de altura, acaba de caer al suelo, junto con el famoso reloj Big Ben”.
    Eso sí les puso los pelos de punta, una cosa es el cocinado de mister Gooch y otra que la joya de Londres hubiera sido destruida. Los interminables minutos musicales dieron paso a noticias tan espeluznantes como el ahorcamiento del ministro de transporte. Finalmente, hasta la propia banda musical del hotel Savoy dejó de tocar por que el hotel fue asaltado y sometido a las llamas.

    El punto final llegó cuando la manifestación alcanzó la propia BBC y Ronald Knox ya no pudo seguir informando.

  Durante la transmisión, los atónitos oyentes estaban tan aterrorizados y preocupados que decidieron tomar cartas en el asunto. Por supuesto, —que eran ingleses, pero no tontos— ninguno salió a la calle para comprobar los hechos, pero sí colapsaron las líneas telefónicas. Así, hubo quienes llamaron al Almirantazgo exigiendo el envío del acorazado de la Marina Real al Támesis para sofocar la rebelión; por supuesto, también a Scotland Yard o las distintas policías locales; también al propio Hotel Savoy, cuyo gerente admitió al día siguiente haber recibido más de doscientas llamadas de cancelación de reserva o interesándose por la seguridad de algunos conocidos que en ese momento estuvieran en el hotel.

    Tal vez, si la audiencia hubiera prestado más atención al inicio se hubieran evitado un sofoco —aunque también una tarde la mar de entretenida—, puesto que Knox informó de buen principio que el comunista organizador de la rebelión era un tal señor Popplebury, el secretario del Movimiento Nacional para la Abolición de las Colas en los Teatros.

   Si queréis más información de este suceso os recomiendo el artículo Terror sagrado: el primer gran engaño radiofónico del portal www.planetslade.com

   Se trataba de una broma, claro. Una sátira titulada Llamando a las barricadas de la que, a buen seguro, tomaría buena nota Orson Welles, cuando años más tarde repitió el experimento en su famosa dramatización radiofónica de La guerra de los mundos.

Si de todas formas me voy a matar... mejor hacerlo a lo grande

Se suele creer que la mayoría de los suicidas deja una nota explicando los motivos que le han llevado a semejante decisión. Esto parece que es más una leyenda urbana que una realidad y, apenas, solo un diez por ciento lo hace. No obstante, el escritor de novela negra Eugene Izzi dejó una muy particular.

    La verdad es que desconocía a este autor hasta que me enteré de su muerte, pero una profunda investigación en la Wikipedia me ha descubierto a un escritor al más puro estilo del clásico Hard Boiled, pese haber nacido varias décadas después.

    Su vida fue complicada y marcada por el alcohol, la miseria, la cárcel, la depresión y el fatalismo. Pese a todo, siempre quiso ser escritor, pero su obra no tuvo ningún interés hasta que tuvo una revelación.

    Esta le vino en la trastienda de una barbería donde le permitían pasar la noche a cambio de limpiar y ayudar en el negocio. Parece ser que una de esas noches se la pasó leyéndose a sí mismo y se dio cuenta de que lo único que hacía en sus historias era autocompadecerse a través de sus protagonistas: todos incomprendidos y rechazados por la mujer que aman. Ello hizo que se replanteara su escritura. Comenzó a escribir historias de verdad y no solo consiguió que se las publicaran, sino que hasta se reconcilió con su esposa.

    Así, en 1987 publicó su primera novela The Take y otras dos al año siguiente. Y a esas les siguieron otras dieciocho.

    Las buenas críticas lograron que la editorial Bantam Books apostara fuerte por él confiando en que pudiera codearse con autores como Elmore Leonar o Ed McBain, así que le pagó un excelente adelanto por su novela Tribal Secrets en 1992. Lamentablemente, la novela parece que era bastante mala y no se vendió, lo que puso fin a la relación con la editorial.

    No obstante, siguió publicando novelas sin demasiado éxito hasta que el día 7 de diciembre de 1996 la policía de Chicago recibió el aviso de que un tipo colgaba de la ventana de un decimocuarto piso. Al recuperar el cuerpo, los investigadores se quedaron perplejos.


    Llevaba puesto un chaleco antibalas y, en los bolsillos de su traje, encontraron unos puños americanos, un spray de gas pimienta, 481 dólares en efectivo y un CD. Parece que sus bolsillos no tenían nada que envidiar al de Doraemon, el gato cósmico.

    Además, en el interior del piso encontraron varias armas de fuego cargadas y hasta un mensaje en el contestador amenazándolo de muerte, entre otros indicios que llevarían de cabeza a los detectives de homicidios. Por si fuera poco, los amigos y conocidos del autor les informaron que llevaba un tiempo infiltrado en un grupo supremacista para documentar su siguiente novela.

    Novela que, por cierto, estaba guardada en el CD y que, al analizarla, resulta que contenía una escena calcada a la macabra perfomance que rodeaba el cadáver.

    Finalmente, la autopsia reveló que el cuerpo no presentaba signos de violencia y que la causa de la muerte fue el ahorcamiento, tal y como pareció de buen principio. Además, la supuesta amenaza telefónica grabada en el contestador fue guionizada por el propio Eugene quien contrató a una mujer para dejar el mensaje. Todo ello, junto a la falta de huellas y signos de lucha en la vivienda llevó a que el caso se resolviera como suicidio.

La cuestión es ¿por qué se suicidó e ideó este montaje? Quizá, la siguiente cita nos revele algo.
“Soy un infarto andante. Es la forma en que elijo vivir. Me niego rotundamente a tener ochenta años y necesitar que alguien me alimente y me cambie los pañales. Prefiero salir temprano”.
Eugene Izzi, entrevista de 1994
    Por esa época estaba enfermo, pero quién sabe. Quizá pretendió que esa puesta en escena del crimen manipulada le otorgara un aura de misterio que relanzara su obra, aunque él ya no estuviera en este mundo para disfrutar de su éxito. Esta hipótesis no fue bien acogida por sus conocidos, dado que Izzi era bastante tímido y poco dado a la publicidad. Pero, si fue esa su intención…

    Lo consiguió.

    Dos años después se publicaría una de sus novelas que permanecía inédita en el momento de su muerte, El criminalista, que no solo se convertiría en un éxito de ventas, sino que fue muy alabada por la crítica.

    Si queréis más información de este suceso os recomiendo el artículo publicado por la revista EsquireEl novelista policiaco que escribió su propia escena de muerte

¿Os dais cuenta ahora de que no hay que fiarse de un escritor de novela negra?
Foto del autor

David Rubio

Escribiente aficionado al género negro. Si quieres plantearme una propuesta que no pueda rechazar, soy un chico fácil, puedes hacerlo al mail balasyestrellas@gmail.com o si te apetece puedes seguirme en estas redes.

Comentarios

  1. Bienvenido de nuevo, David, y espero que lo hayas pasado bien en estos meses en los que seguro has cocinado alguna idea de la que sabremos en algún momento je, je. Todo lo relacionado con el género negro sigue al alza y el público parece sediento de historias truculentas, misteriosas o de la clásica investigación negro criminal. El telegrama maldito es una manera de demostrar que todos guardamos algún secreto inconfesable; espero eso sí que los armarios o paredes no guarden demasiados muertos empotrados :)))
    Bueno y ya sabemos de dónde tomó nota Orson Welles para su famoso programa de radio. Hoy en día sería más complejo aunque ha decir verdad los bulos informativos o la desinformación se han convertido en el pan nuestro de cada día. Respecto a la última historia creo que solo un escritor puede preparar una escena del crimen -del suicidio- tan de película como lo hizo Eugene Izzi. Pensándolo de alguna manera todas estas anécdotas e historias beben a su manera de Cervantes y a su quijotesca manera de afrontar la escritura y la creación de personajes.
    Un fuerte abrazo.

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    1. Gracias, Miguel. Lo bueno de las largas ausencias es que de alguna manera, cuando regresas, todo parece comenzar de nuevo, incluido ese gusanillo al publicar.
      Bueno, sin duda que todos tenemos secretos más o menos confesables, afortunadamente, la vida sin misterio ni sospechas sería muy aburrida.
      Lo gracioso de esa historia de Knox es que en su momento, en USA tomaron por tontos a los ingleses y, en la portada que reproduzco decían que algo así jamás pasaría en yanquilandia, je, je, je... De los bulos de hoy, lo peor es que ya no tienen ni gracia, ni los que nos cuentan los políticos, los telediarios, las redes... Quien esté libre de bulo que tire la primera piedra.
      La última historia, sin duda, es bastante amarga, aunque haya tirado un tanto de humor negro. Al conocerla, pensé que ese episodio podría dar para una película. Un fuerte abrazo!

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  2. Vaya David, ¡qué buen post! ¡Cuántas cosas interesantes! Por ejemplo, yo pensaba que la transmisión de La guerra de los mundos había sido la primera y mira que acá nos das la información de que antes ya había habido una tomada de pelo anterior. Y bueno, lo del Telegrama es una idea estupenda, aunque ahora creo que ya no hay dónde enviarlos, tendría que ser más bien un whatsapp desde un número desconocido jejeje. Y muy interesante lo del escritor que montó su propia escena de muerte, creo que lo que quiso al final fue burlarse de todos y le salió bien. Un grato rato de lectura y una enseñanza: nunca confiarnos de los escritores de novela negra jejeje. Gracias.

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    1. Gracias, Ana. Para añadir información, unos poquitos años después del programa de Orson Welles se repetiría la experiencia en Quito y creo que a finales de siglo pasó algo parecido en México, en este caso con algo de un meteorito.
      En efecto, hoy lo propio sería un guasap de esos. Algo así como "Me lo acaban de decir. Tenemos que hablar", no sé, pero creo que más de uno se llevaría una sorpresa, ja, ja, ja.
      En realidad, creo que Izzi estaba bastante enfermo y puesto a terminar con su vida, quiso hacerlo a lo grande. En cualquier caso, es una historia de la ese autor que bien podría trasladarse al cine como le comenté a Miguel. Un abrazo y me alegra que te haya gustado está rentré del blog.

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  3. Veo que todos teníamos entente lo de Orson Wells, pero ya has aclarado la cronología
    Lo del telegrama no creo hoy tuviera ña misma repercusión. Ahora, cuando toso de ha descubierto, somo es el principio de negarlo todo, y esperar a que escampe y otra noticia mate el descubrimiento. El que resiste gana. La dignidad murió a manos de la resiliencia y el relato de los hechos.
    L performsnce es otr forma de bulo, como lo de la radio, pero con consecuenciasas serias. Este, sl menos , ha invertido algo.
    Abrszool David
    Ya has vuelto?
    Semanal?

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    1. Gracias, Gabiliante. Una de las cosas que me ha permitido mi ausencia es leer sin ton ni son, así a lo bruto sobre cualquier cosa. En uno de esos atracones di con esta anécdota y me dije que no podía dejar de compartirla. Hilando con lo siguiente, parece mentira que con la cantidad de contenidos interesantes que podemos encontrar los medios de información se centren cada día en sus cuatro tonterías repetitivas hasta el hartazgo y siempre enfocadas desde el mismo punto de vista.
      Es lo que comentas, ahora ya no se informa o debate, simplemente se traslada el relato que impone el Poder de cada zona geoestratégica y cada día lo mismo. Afortunadamente, tenemos las bibliotecas, los libros antiguos y las películas clásicas para disfrutar y darnos cuenta de que, en realidad, tampoco te creas que todo está tan descubierto o aclarado.
      Bueno, de momento tengo once artículos ya escritos, ja, ja, ja. Así que las próximas once semanas aparecerá puntualmente cada uno. Un fuerte abrazo!

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  4. Estoy descubriendote, me encanta pero debo volver con tiempo para entrar en tu mundo misterioso,lo hare un dia de estos mientras te dejo un abrazo grande!

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    1. Gracias, Menta. Encantado de conocerte y, por supuesto, por aquí estarán los contenidos del blog mientras Blogger mantenga la plataforma. Un abrazo

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  5. Cómo nos alegramos de tu vuelta y poder leer estos post tan maravillosos en 'Balas y Estrellas'.
    Yo no mando el telegrama, no vaya a ser que me sorprenda hasta yo, jejeje.
    Desconocía que Orson Welles no fuera el primero en preparar semejante engaño, me ha parecido una historia muy interesante. Esto me ha traído a la memoria, un engaño televisivo realizado por el programa de Jordi Évole, sobre el 23-F (he de decir que me creí enterito el programa) que también dio que hablar los días siguientes.
    Muy curiosa la historia del escritor Eugene Izzi, la verdad que da para pensar...
    Lo dicho, me alegra que estés de vuelta! Un fuerte abrazo, David!

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    1. Gracias, Mayte. Te agradezco mucho ese "maravillosos post". Sí, mejor no tentar la suerte, ja, ja, ja. También desconocía esta anécdota de Knox hasta hace poco y me pareció tan deliciosa que el problema era pensar en cómo incluirla en una entrada hasta que pensé en esta excusa.
      Ese programa no lo vi, pero me imagino que si antes, con solo la voz de la radio, se podía provocar este efecto, ahora, con las imágenes, un formato similar a un telediario, la IA... Puff, nos pueden colar cualquier cosa, si no lo han hecho ya.
      Sí recuerdo, hace ya muchos años, que en la televisión catalana, se hizo algo similar "retransmitiendo" una supuesta invasión rusa... no quiero imaginar que con la tensión actual se volviera a emitir.
      La historia de Izzi es apasionante, y no solo la manera en la que nos dejó, sino en toda la sucesión de emociones, deseos y frustraciones que llevó al límite en su vida. Ya lo he dicho antes, creo que su biografía daría para una estupenda película. Un fortísimo abrazo!

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  6. Jugoso y ameno, como siempre... Pero... ¡menudos tres! jaja :) Me parece a mí que estos se divirtieron un buen rato, incluso el último desde el más allá...
    Definitivamente, no podemos fiarnos de un escritor de novela negra :) así que no voy a preguntarte ;).
    ¡Fenomenal tenerte con nosotros! Me ha dado mucha alegría verte por mi blog. Ahora el tuyo tiene blanco en vez de negro en la cabecera, está muy bien, parece que resalta más la pistola. Por cierto, ¿dejas lo de estrellas porque aún escribirás algo de ciencia ficción o tiene otro significado... ?

    Un abrazo bien grandote! :)

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    1. Hola, Maite! Soy de los que opinan que tras una larga ausencia o paréntesis, el regreso debe traer ciertos cambios estéticos que lo muestren. Así que cambié el logo del encabezamiento y me pasé al blanco inmaculado.
      Jo, qué observadora eres, ja, ja, ja... Lo de Balas y estrellas se me ocurrió en su momento puesto que la idea inicial era que el blog estuviera dedicado tanto a la novela negra como a la ciencia ficción. Sin embargo, al formatear el blog, vi que eso era un engorro, debía duplicar las etiquetas, los menús... Y, además, duplicaba el "campo de batalla". Finalmente, pensé que lo mejor sería crear dos blogs por separado, aunque unidos por el nombre uno sería ByE Noir, este, y el otro sería ByE Scify, que ya veremos si sale algún día.
      La idea de Balas y Estrellas viene de Barras y estrellas, que es el diseño de la bandera USA. Curiosamente, poco después observé que de manera paralela se publicó un libro titulado Balas y Estrellas, a veces parece que esa teoría de la mente colectiva tiene su fundamento. Un fuerte abrazo!!!

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    2. Sí... Qué curiosa sincronicidad... Gracias por la respuesta. Comprendo que a veces es mejor centrarse en un solo campo de batalla... Pero ¡qué gran blog paralelo te saldría!!
      Hasta pronto, David :)

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  7. Yo creo que, así, a bote pronto, no hay que fiarse de ningún escritor, ja, ja, ja. Por cierto, me he estremecido con la palabra "anadecidio".

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    1. Gracias, Cabrónidas. Ja, ja, ja... No sé si alguien la usó alguna vez ni si un servidor encontrará alguna excusa para volver a hacerlo en lo que me quede de vida. Así que al menos, el blog aporta una palabreja nueva que quizá inspire a algún movimiento en defensa de los derechos de los patos. Saludos!

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  8. ¡Bienvenido al ruedo David!
    Qué alegría encontrar a Balas y Estrellas encendido, hacías mucha falta ya. Hasta iba a contratar a un detective para saber si estabas aún con vida, ja, ja.
    Interesante estas tres historias que nos traes.
    Lo del telegrama me parece una genialidad o ¿quizás el colmo de la inseguridad o desconfianza? ja, ja.
    Lo del programa de radio bueno eso si que fue bastante engorroso y además exagerado, porque lo de Olson entiendo que sería menos creíble, aunque lo fue al parecer.

    Sobre eso te cuento que aqui en el país hace unos buenos años atrás, se corrió la voz ya casi de madrugada de un maremoto, fue algo increíble como toda la población que estaba cerca de las costas se movilizó, mis hijos estaban aún pequeños y los despertamos ya que vivimos muy cerquita del mar, aunque de entrada negamos que eso fuera posible y no pensamos salir, pero llegó un familiar de uno de los vecinos diciendo que el mar estaba ya en la avenida, y al ver a todos los vecinos salir, pues también lo hicimos, subimos todos en vehículos al parque mirador sur, que tiene farallones bien altos a todo su alrededor sur, pero ya llegando y amaneciendo la policía empezó a alertar a todos a que volvieran a sus casas que era una falsa alarma y que les podían ir a robar sus pertenencias, dimos la vuelta y regresamos, no imaginas la de cuentos que todo esto generó. Después de tanto pánico las historias corrieron, de todas las cosas que se vieron hacer y oyeron decir ante tal suceso. Aqui te dejo un enlace noticioso donde se recuerda el hecho
    https://acento.com.do/opinion/la-vez-que-venia-un-maremoto-8976609.html

    La historia del tercer caso interesante y el final es hasta espeluznante, ¿sería suicidio de verdad? ¡Uhmmm!

    Gracias David por esta entrega informativa y entretenida que ha traído de vuelta al blog.
    Contestando a tu pregunta inicial te dire que si el escritor eres tu confío en tu palabra, de los otros lo pondría en duda, tienen tanto material oscuro en sus mentes que vaya usted a saber, ja, ja.
    Un fortísimo abrazo y un gusto leerte de nuevo. adelante comandante...

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    1. ¡Hola, Idalia! Bueno, quizá me hacía falta más a mí que la blogosfera, ja, ja, ja... Lo bueno de los largos adioses es que, poco a poco, ese gusanillo que uno siente al juntar letras y darlas a conocer va regresando, hasta lograr, por ejemplo, que publicar esta entrada me provocara cierta sensación de estreno y comienzo.
      Jo, qué anécdota tan ilustrativa y deliciosa con la que enriqueces el post. La desconocía por completo, pero demuestra que en el fondo, el ser humano es un ser social, que la mayoría de veces actúa como lo hace la mayoría, buscando esa seguridad que ofrece no apartarse del grupo como primera medida de emergencia. Al menos, hasta que alguien se para un momento y comienza a pensar... Jo, cuanto más reflexiono la lección de ese hecho que comentas más ejemplarizante me parece de cómo unos pocos bien organizados pueden hacer lo que quieran con muchos.
      Luego, imagino los rumores y chismorreos que vendrían después para asentar el hecho en leyenda. Gracias por esta delicia.
      Bueno, nadie es de completamente de fiar, conque sus mentirijillas sean inocentes o juguetonas me basta. Un fortísimo abrazo!!!!

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  9. Veo que bauticé de nuevo a Orson Welles, ja, ja, perdón.

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    1. Ja, ja, ja... Pues ni te cuento en mi caso. Ni te cuento la de veces que se me cruzan Orson Welles, H.G. Wells y Alexander Graham Bell... te aseguro que siempre tengo que revisarlo. Otro abrazo!

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  10. Me ha tranquilizado tu nueva puesta en escena porque me temía lo peor: que dejaras de publicar y abandonaras este magnífico blog. Me alegro de poder leerte de nuevo, ya sabes cuánto me gustan tus historias. Sea lo que sea que te haya mantenido alejado tanto tiempo de la blogosfera, el pasado ya no importa si tenemos un presente tan prometedor como el que nos presentas.
    Desde luego, las ideas de esos tres novelistas son sobradamente originales, aunque extrañas e insólitas. La broma de Roald Knox la calificaría más bien de gamberrada mayúscula. Yo jamás de los jamases sería capaz de idear algo así, je, je. Lo de Orson Welles me parece más apropiado y de hecho tuvo, creo yo, mucha más difusión. De hecho, describió la obra de H.G. Wells, no se inventó nada, aunque su intención fuera la de espantar a los radioyentes.
    Un abazo y bienvenido de nuevo, David.

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    1. Gracias, Josep. Bueno, regresar al ruedo siempre fue mi intención, aunque es cierto que al final desconectas demasiado y vas perdiendo hábitos y esa capacidad de pensar en modo publicación. Quise haber regresado antes, pero preferí preparar tranquilamente un saquito de entradas para no agobiarme demasiado a la vuelta.
      Jo, pues si yo tuviera los medios, no te creas que no estaría tentado, ja, ja, ja... Aunque la verdad, cada vez que veo un telediario o me conecto a una red social, tengo la sensación de que me están contando milongas tras milongas.
      El caso de Welles me parece que tuvo menos impacto del que se recuerda. Lo que sucede es que como anécdota es deliciosa y el tiempo la fue mitificando y exagerando. De hecho, donde sí se documentaron disturbios graves fue en Ecuador, cuando unos años después repitieron allá la experiencia. Un fuerte abrazo!!!

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  11. Hola, David.
    Qué alegría que hayas vuelto, podrías poner cualquier excusa o simplemente decir: la vida. Todos te entenderíamos y hasta suspiraríamos entre nostalgia y desazón, pero es válido cualquier suceso o situación, o simplemente la desconexión necesaria, una parada en boxes, lo que de verdad cuenta es que estás aquí. Y sí, lo que digas me lo creeré, eso te lo aseguro.
    Lo del telegrama puede devenir en enterarse depende de qué, en función de la reacción del sujeto experimental, ¿te imaginas? No sé si es gracioso o retorcido.
    Sobre las noticias de última hora, o bromas telefónicas, creo que estamos tan estigmatizados que hasta que no vemos la bola de fuego que nos quema las cejas, ni nos movemos. Estamos anestesiados ante la tragedia o quizás nos llega tanta información falsa que ya no creemos ni el 10% de ella.
    Leí hace tiempo sobre un suicidio que había sido escenificado, me quedé bastante choqueada en ese momento, y no logré, ni logro comprenderlo. Pero la mente es un universo complejo y muy desconocido. Es algo extraño, como si en esa recreación les creara goce, ante lo inminente, no deja de ser perturbador. Sádico para los que dejan.
    Estupendas anécdotas, :)
    Un fuerte abrazo.

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    1. Gracias, Irene. Jo, te agradezco la confianza y, desde luego, has resumido perfectamente: la vida. Esa caprichosa y a veces azarosa circunstancia que nos maneja a su antojo.
      Lo del telegrama, que aquí es una anécdota, también se utilizó en su día cuando los interrogatorios policiales eran, digamos, peculiares. Los polis si no tenían demasiado claro algo, podían comenzar con un ¿no tienes nada que contarnos, Joe? Imagino que esa técnica también se utiliza en entrevistas de trabajo.
      En los ochenta o noventa te diría que sí, que estamos anestesiados ante la tragedia ajena. Hoy me decanto por lo segundo. El público con un saco de años a su espalda ya no es inocente, no se traga lo primero que le echan. En mi caso, por ejemplo, cuando veo "dramáticas imágenes" según anuncia el presentador de TV lo primero que me pregunto es ¿quién la grabó? O cómo queda en el relato de la noticia que ese telediario me está contando.
      El suicidio es algo tan perturbador en sí mismo... Para mí es inconcebible, pero es evidente que existen situaciones y realidades que hacen que una persona entienda que eso sea una buena idea. No sé, la recreación añade un plus de premeditación y alevosía. Pensar en un suicidio causado por un momento de máximo estrés emocional es una cosa, pensar que alguien planifique durante meses poner fin a su vida, puff, tremendo.
      Un fortísimo abrazo!!

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  12. Ayayay, nunca hay que fiarse de un escritor de novela negra, efectivamente... Geniales estas tres historia que cuentas e ingeniosísimas en la forma de llamar la atención y crear expectativa, algo fundamental en este género. Qué bien tenerte de vuelta, David, retomando "Balas y estrellas". Esa ausencia también ha sido una buena forma de generar misterio, jeje. Un beso y bienvenido.

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    1. Gracias, Marta. Ja, ja, ja... Diste en el clavo con esa frase final. ¿Qué sería la vida sin misterio? Conocí estas microhistorias por separado y pensé en agruparlas como "excusa" para no hablar de mí. Un fuerte abrazo!

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  13. Hola, David:
    Confío en que tu ausencia blogueante fuera resultante de tu deseo caprichoso, no una imposición de la realidad.
    Todo un aprendizaje y un divertimento el leerte. Y también un ejercicio fiable de socialización, charla y lectura.
    Aunque su final fue el peor, la historia de Eugene Izzi me parece la mejor. Intentaré conseguir ejemplar de su poco ejemplarizante novela “El criminalista”.
    Un abrazo.

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    1. Gracias, Nino. Comparto lo que dices respecto a Izzi y tengo anotado profundizar sobre ese escritor. Como bien destacas es una historia personal que, sobre todo, es humana. Tiene miserias y grandezas, frustraciones y logros, amor y desamor... Todos los ingredientes necesarios para comprender la vida. Un fuerte abrazo!

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  14. Un gustazo volver a leerte en fresco. ¡Vaya personajes!, verdad. Pues lo de las bromas en Inglaterra es toda una tradición y una institución. Te doy nombres para tirar del hilo: Theodore Hook, Horace de Vere Cole, Roberts Banks... Todo esto se enlaza muy bien con las calaveradas de los estudiantes de los Colleges británicos y otras bufonadas aritocráticas, burguesas o barriobajeras. Respecto a Izzi, ¿qué no se atreverían muchos a hacer si con ello se garantizara obtener un bestseller, incluido perder la vida anónima que llevan? Un abrazo.

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    1. Gracias, Fernando. Jo, como siempre digo, de lo que más me enorgullezco del blog es el nivelón de quienes tenéis la gentileza de pasar por aquí y cómo enriquecéis el contenido. Recojo con gusto y enorme curiosidad esos hilos que me dejas.
      De las calaveradas y rituales curiosos de los británicos, en efecto, dan para muchas entradas. Si cuando hablamos del Detection Club ya vimos de lo que eran capaces escritores hechos y derechos, imagina de lo que serían capaces los universitarios pelín aburridos.
      Respecto a tu última pregunta, bueno, en realidad ya vemos que hoy día la gente es capaz de cualquier cosa por alcanzar "la viralidad" en las redes sociales o por chupar sus minutitos de gloria en la caja tonta televisiva, hoy más tonta que nunca.
      Hablando de hacer cosas, te confieso que he pensado que una buena forma de acerca la lectura y las novelas al público, podría ser una especie de Gran Hermano de escritores. ¿Te imaginas encerrar a un grupo de autores y verlos día a día escribiendo sus cosas? No sé si competiría con La isla de las tentaciones, pero quizá nos sorprendería. Un fuerte abrazo, maestro!!

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    2. Ah, y aunque es irlandés, échale un ojo a Henry de La Poer Beresford, el marqués loco, que podría competir en inspiración (y no Richard Cabell) para el antepasado cabrón de los señores de Baskerville. Abrazo a otro figura!!

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    3. Jo, Fernando... ¡eres una mina!

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  15. Uf, qué maravilla, exhaustivo, completo y redondo. Un placer leerte siempre.

    Un abrazo fuerte, David.. Pero sí nos podemos fiar de escritores de novela negra, no creas:-)

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    1. Gracias, Albada. Se agradece la confianza, pero tampoco te creas, ja, ja, ja... Lo grave no es mentir, sino engañar. Un fuerte abrazo!

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  16. Se os echaba de menos, David. A ti y a tus maravillosas historias. Ésta en concreto (estas tres) me ha parecido genial. El telegrama de Conan Doyle es algo que jamás se me habría ocurrido. Es genial y estoy segura de que muchos "honrados" ciudadanos pondrían tierra por medio y esconderían sus dineros si recibieran uno similar.
    La emisión radiofónica, de la que no tenía ni idea, siendo anterior en doce años a la de Orson Welles, tiene el gran mérito añadido de la originalidad.
    Y esa manera de preparar la propia muerte es lo mejor de todo. Ya que me voy a suicidar, hacerlo con glamour.
    Genial, David. No te hagas esperar tanto por estos lares.
    Un beso.

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    1. Gracias, Rosa. Me alegra que hayas disfrutado de esta ronda de anécdotas negras. La verdad es que el género es una mina, tanto por sus novelas, como por todo lo que rodea a quienes las escriben. Diría que en este tema, lo difícil no es encontrar cosas interesantes, sino seleccionarlas.
      Ya vais conociendo que soy bastante culo de mal asiento, que cuando siento que ese gusanillo por escribir y compartir se ausenta o bien cierro un blog o creo otro, o desaparezco para retomar la ilusión.
      Un fuerte abrazo!

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  17. Siempre es agradable volver donde sabes te aprecian, y sin duda en tu blog se nota q es así. Muy jugoso todo lo q has contado en esta entrada, que además has decorado a la perfección , tienes un blog muy original y con muchísimo contenido, cosa q agradezco , no sabes cuánto , porque me es imposible escribir en corto, así q resulta reconfortante ver q alguien se extiende expansivamente sin cortarse un pelo. Bien por eso y mil gracias !
    La verdad es q el ser humano reacciona de las formas más imprevisibles , sobre todo cuanto te sientes señalado, con o sin motivo jajaja y lo de la sugestión colectiva tb es curioso, la de malas pasadas q nos juega la mente y lo mucho q se aprovechan los manipuladores profesionales, hoy al frente de muchos gobiernos, por no decir , la mayoría : ) Respecto a tu tercera y ultima historia , no sé, creo q este hombre , además de escritor de novela negra , tenía un serio problema psicológico...espero q a ti no se te ocurra nada semejante ...por si las moscas, no se te ocurra desaparecer de nuevo, xq pensaremos lo peor : )
    Un placer volver a leerte DAVID!

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    1. Gracias, María. Como siempre digo, la blogosfera es la mejor red social y el mejor lugar de internet para encontrar gente con voz propia y cosas por contar. Es por eso que lo mejor de este blog sois vosotros.
      Ja, ja, ja... Hace tiempo que me rendí respecto a la extensión larga de las publicaciones. Todo lo que pueda aparecer en este blog ya ha sido publicado en cualquier parte de internet, así que me digo: qué sentido tendría publicar un refrito? Así que intento añadir relaciones, comentarios personales, alguna gracieta, algo que añada cosas a la información y eso casa mal con la brevedad.
      Para paliarlo, al menos, intento que estén estructuradas en apartados, con menús e imágenes para que el texto tenga una visibilidad más amable.
      Del futuro nunca se sabe, de momento, tengo un saquito de artículos escritos y otro mayor por escribir, así que espero no desaparecer durante un tiempo.
      Un fuerte abrazo!

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  18. David!!!
    Cuánto tiempo sin una nueva entrada, espero que sea por una buena causa, aunque esta sea el descanso.
    Menuda la que puede liar una mente inquieta con la imaginación y las ganas de hacer el gamberrete, je, je, y más si es de novela negra, porque muchos de ellos habrían pasado por la cárcel si no hubieran podido plasmar su paranoia y psicopatía en el papel. Ayer justo, en unos dibujos que veían mis niños estaban haciendo una versión de la historia extraterrestre radiofónica de Orson Welles, y ahora leo que no fue original de él, qué cosas más curiosas.
    Me alegro mucho de volver a leerte, y, como gran escritor de novela negra, presiento que algo tienes en mente, que tiene que ver con esa espera y con eso de no fiarse de un escritor de novela negra. Me tienes a expensas.
    Un fuerte abrazo!

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    1. Gracias, Pepe! Bueno, ha habido de todo, descanso, ordenar ideas, preparar cosas para el futuro...
      Pues yo también desconocía este antecedente y lo que más gracia me hizo fue que en la prensa norteamericana se rieran de los ingleses y aprovecharan para criticar el modelo de prensa británico. Pero el Karma parece que siempre se toma su vendetta, je, je, je... Y apenas doce años después Welles demostró que ninguna sociedad está libre de pecado ni errores.
      Los escritores de novela negra clásica o anteriores a este siglo eran muy peculiares y eso se nota en su narrativa. Los de ahora creo que son demasiado normalitos en su mayoría, y eso también se nota en su narrativa.
      Bueno, en mente tengo muchas cosas, así que con que pueda concretar una me sentiré dichoso, ja, ja, ja... Un fortísimo abrazo!!!

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  19. Desde luego el espécimen autor de novela negra tiene sus peculiaridades. Interesante todo lo que cuentas.
    Si tuviera que emular a Conan Doyle creo que sería efectivo recomendar que se revisen las cuentas de Twitter o de otra red social donde algunos pierden el norte y se ponen a despotricar sin ton ni son, luego te nominan para un Oscar y se te va la carrera a la porra.
    En cuanto a la gamberrada de Knox, si hubiera ocurrido ahora, por muy flemáticos que sean los ingleses, habrían podido comprobar la falsedad de sus noticias enseguida porque habrían salido en tropel a hacerse selfies para colgarlos en las redes sociales.
    Me alegro de verte de nuevo por aquí, no te voy a preguntar qué te ha tenido alejado tanto tiempo porque no quiero ser cotilla y porque una servidora también ha tenido sus altibajos de participación por estos lares así que quién soy yo para buscar explicaciones.
    Un abrazo, David.

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    1. ¡Hola, Paloma! Lo de las redes sociales es un mundo aparte y digno de estudio. Diría que primero tendríamos que definir qué son. ¿Son la réplica digital a las conversaciones de bar o bien son postureo y maquillaje? Yo diría que prefiero lo primero, que sean un espacio donde cualquier comente honestamente lo que piensa, sin postureos ni eufemismos. Precisamente, una de las entradas que he escrito en estos meses, pero que no creo que publique, estaba dedicada a este tema. En ella "investigué" y me metí en el perfil de X de Sarah Hagi, la periodista canadiense que destapó los comentarios de Carla Sofía. Bueno, se trata de una inquisidora Woke, de esas que se indignan por cualquier cosa ajena a su ideario, pero que, por ejemplo, le parece divertido bromear y hacer chistes sobre la incursión de Hamas en Israel que tantos muertos y rehenes provocó. En esa entrada me preguntaba ¿quién cancela a los canceladores? No creo que la publique, pero puedes curiosear a esa tipa en X.
      Me alegra que te hayan gustado estas anécdotas escritoriles, y bueno, con el frío que hacía en Londres mejor quedarse en casita, je, je, je... Un abrazo!!

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  20. David, esta ha sido mi primera visita a tu blog y me he llevado una grata sorpresa. Qué gusto da encontrarse con una entrada que no solo informa o entretiene, sino que se saborea. Esa mezcla entre ironía contenida, narración fluida y documentación literaria está tejida con mucho oficio.

    No conocía el caso de Ronald Knox con tanto detalle, y me ha parecido fascinante cómo lo has contextualizado, hilándolo con el episodio de Welles y esa portada del New York Times que ahora parece un sketch involuntario sobre la ironía histórica. Y el tramo final con Eugene Izzi… tan brutal como inquietante. No solo por la escena, sino por ese intento de convertir su propia muerte en un clímax narrativo. Deja un nudo.

    Y sí, después de leer esto, uno entiende mejor por qué no hay que fiarse de un escritor de novela negra… pero también por qué merece la pena seguir leyéndolos.

    Te sigo desde ahora. Un placer descubrir este espacio.

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    1. Gracias, Tarkion. Me alegra que hayas disfrutado de estas anécdotas de autores de novela negra. Este género no solo cuenta con montones de historias absorbentes y atrapantes, sino que su propia historia y la biografía de muchos de sus autores puede ser aún más misteriosa que las tramas de ficción.
      La portada del New York Times no deja de ser un ejemplo más de que pueden cambiar las formas, pero en lo esencial, todo se mantiene. ¿Cuántos medios de comunicación de hoy día, periódicos o telediarios, han denunciado o callado situaciones en función de las querencias de los implicados? Hace unos meses, por ejemplo, se informaba de la aplicación de aranceles "necesaria" por parte de la UE a los coches de fabricación china. Ahora se critica la guerra comercial que Trump puede desencadenar con los aranceles a los coches europeos.
      En efecto, leer novela negra siempre es un acierto, ja, ja, ja... Saludos!

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  21. Bienvenido de nuevo David! Cuanto tiempo sin tener noticias tuyas! Te echábamos de menos! Espero que hayas podido adelantar tus proyectos durante todo este tiempo que nos has tenido a la espectativa! Ahora tras leer tu post no sé si eres o no una persona de fiar! Ja, ja! Un abrazote y nos vamos leyendo!

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    1. Gracias, Marifelita. Ja, ja, ja... Bueno, siempre es más interesante la duda que la certeza. Avanzar hemos avanzado, aunque nunca todo lo que uno quisiera. Un abrazo!

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  22. Cómo infarto andante y aspirante a escritor no me fío de nadie, desaparezca o no. Mucho menos de un blogger o como se diga. Lo que sí hago es colocar mi mercancía barata sin aranceles mientras no haya represalias: https://todoloquesesobrepepecarvalho.blogspot.com/

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    1. Gracias, Uno cualquiera. Ja, ja, ja... Dicho queda! Saludos

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