TRES ASESINOS | KOTARO ISAKA

Reconozco que la novela negra que más disfruto no es de este siglo. Seguramente, la explicación tenga que ver con aquel cliché romántico del “no eres tú, soy yo”. Y un servidor con sus ya cincuenta tacos quizá tenga el gusto un poco rancio.      Pero por supuesto hay excepciones.      Como el noir japonés  Tres asesinos de Kotaro Isaka . Tres asesinos, de Kotaro Isaka

LA MIRADA DEL OBSERVADOR | MARC BEHM

 

Reconozco que el título de esta novela no es, de entrada, de los mejores del género. La mirada del observador no dice demasiado ni es especialmente llamativo. Tampoco sé por qué en España se optó por esa modificación tan sutil del título original, The Eye of Beholder (El Ojo del Espectador).
    Pero no dejemos que los árboles nos impidan ver el bosque.
    O, hablando de novela, no dejemos que un discreto título nos impida leer una absoluta obra maestra del género.

La mirada del observador, de Marc Behm

La edición que guardo como oro en paño la encontré en un mercadillo de libros de ocasión. La sacó RBA en febrero de 2011 con un prólogo de Paco Camarasa, el mítico librero. En él, podemos leer esto:
Seducción y fascinación. Esas son las dos palabras que recordaba de esta extraña novela de un autor raro de quien no sabía nada.
Paco Camarasa.
Ese autor raro se llama Marc Behm

EL AUTOR

Da igual que busques en Google o consultes el ChatGPT, apenas existe información sobre Marc Behm, salvo los cuatro datos que se recogen en Wikipedia y que reproducen distintos blogs.

    Nació en Trenton 1925 y falleció en Fort-Mahon-Plage en el 2007. Fue cómico hasta la II Guerra Mundial y en ella participó en el desembarco de Normandia. Luego se casó con una enfermera francesa con la que tuvo siete hijos y compaginó su profesión de actor con la de guionista, siendo Charada (1963) y Help! (1965), sus películas más famosas.

    Según Paco Ignacio Taibo II, era un tipo muy majo, simpático y tranquilo, aunque con una sonrisa nostálgica. También era poco comunicativo, rehuía los eventos de novela negra y apenas concedía entrevistas.

    Y poco más. Su primera novela, y además negra, la publicó cuando contaba con 52 años La reina de la noche en 1978. Un dato que me ha hecho especial ilusión dado que esas son el número de muescas de un servidor.

    En 1980 publicó su segunda novela La mirada del observador.


¿DE QUÉ VA?

El Ojo, nunca sabremos su nombre, es un detective resignado a una vida en la que solo cuenta con dos alicientes: sus crucigramas y fantasear sobre cómo habrá sido la vida de su hija Maggie, a quien no ha llegado a conocer. Además, está sancionado en la nevera de su despacho tras un suceso turbio en el que mató a un sospechoso.

    Una mañana, el director de la agencia de detectives para la que trabaja, la Wachtmen, Inn, le encarga un trabajo sencillo. El matrimonio Hugo, una pareja de nuevos ricos gracias a una próspera zapatería, está preocupada por su hijo, Paul. Este parece ser un pijo que se ha colado por una chica de la que no saben nada y de cuyas intenciones desconfían. Así que el trabajo del Ojo consistirá en seguir a Paul unos días y comprobar que la chica tenga buenas intenciones.

    Para esa misión se armará, además de su 45, con una cámara de fotos Minolta KK con la que documentar gráficamente su informe. El trabajo es sencillo, tanto que su mayor preocupación se centra en idear la manera de alargar algunos días más el encargo para que no lo devuelvan a su cuchitril en la agencia.
    
    Pero entonces la ve.

    A ella.

    A Lucy.

    Una veinteañera rubia que viste boina y una gabardina oscura, que lleva una maleta, que camina ágil, flexible, y que es hermosa, de ojos gris azulado. El pánfilo de Paul había quedado con Lucy en un parque, llevaba 16000 dólares en efectivo y por la tarde se casaron. La noche de bodas la pasaron en un motel. Todo eso ve el Ojo. También ve cómo Lucy lo asesina y luego se fuma un Gitanes mientras escucha La Paloma. A la mañana siguiente, Lucy ya no se llama Lucy, sino Eve y ya no es rubia, sino pelirroja.

    Ese día, el tipo con el que queda es un médico llamado Brice.

    A partir de aquí se inicia una road novel en la que la chica de los mil nombres recorrerá Estados Unidos y el Ojo irá tras ella, observándola, transitando de la sorpresa a la curiosidad, de esta al interés, la atracción, la fascinación, el deseo, la obsesión y, finalmente, el amor.

    Hasta llegar a un final que quizá sea el mayor acto de amor que se haya podido escribir.


POR SI ME PREGUNTAS, TE CUENTO QUE…

De inicio ya la he calificado de obra maestra, así que ahora toca explicaros por qué.
Escribir no es doloroso, es suficiente querer contar una historia. Lo importante es que el lector no se llene de mierda. Es por eso por lo que decidí acabar de una vez por todas con el personaje del detective, que era totalmente una basura.
Marc Behm

Una novela que rompe esquemas

De primeras, es una novela que rompe el esquema clásico de la novela negra. La trama no va de descubrir al asesino, ni mucho menos de darle su merecido. Aquí ya sabemos quién es el detective y quién la asesina. La intriga la consigue Marc Behm por otro lado.

    La relación del Ojo con la chica de los mil nombres es una especie de juego de espejos en el que ambos personajes complementan las carencias y anhelos del otro. Así, del Ojo nunca sabremos su nombre; ella usará mil. El Ojo fantasea mil vidas; la chica las vive. El Ojo hace crucigramas; ella lee horóscopos. Él lee revistas, ella Hamlet.

    El Ojo la observa y el lector los observa a los dos, enamorándose de ambos personajes, deseando el momento en el que las miradas se crucen al fin. Preguntándose si ella es la hija que el Ojo nunca conoció y este el padre que ella perdió. ¿Se producirá este encuentro? La respuesta os espera en la novela.

Siendo ese el suspense que da gasolina a la lectura. En esta sobresale la narración y cómo logra que el lector quede fascinado e irremediablemente atrapado.

Cómo hacer magia con las palabras

Algo que echo en falta en la novela negra actual es la voz propia. Si cogemos las tres o cuatro novelas más vendidas del género y cambiamos el nombre del autor, no pasaría nada. Parecen escritas por el mismo, más allá de la trama concreta.

    La mirada del observador tiene una voz única. El autor hace magia con las palabras. Con hacer magia no hablo de escribir bonito, eso puede hacerlo hasta una IA como vimos, pero eso no vale nada. La literatura nace cuando el escritor narra una historia con la intención de provocar un efecto en el lector.

    Os he contado que el Ojo no tiene vida propia, es un observador. Es como nosotros cuando vamos al cine y dejamos nuestra vida y pensamientos fuera de la sala. En ese momento, solo somos ojos que observan la vida de otros. Este efecto, Behm lo logra no diciéndolo o explicándolo, sino narrando y sirviéndose de las palabras para mostrar lo que los psicólogos denominan disociación.

    Según la página MSD, la disociación consiste en sentimientos persistentes o recurrentes de estar separado (disociado) del cuerpo o de los procesos mentales propios, habitualmente con un sentimiento de ser un observador ajeno (despersonalización) de la propia vida o de estar separado del propio entorno (desrealización).

    ¿Cómo lo logra Behm? La novela está narrada en tercera persona, pero centrada en el Ojo —Narrador equisciente—, con ello, el lector solo ve la acción a través de sus ojos. Pero la genialidad la encontramos en la forma con la que muestra sus pensamientos y sentimientos íntimos. Nunca de manera explícita, sino a través de sus fantasías y del mero relato cinematográfico de lo que sucede a su alrededor.

    Así, de la misma forma que el Ojo observa a la chica de los mil nombres, el lector se convierte en observador del Ojo a través de la cámara que nos ofrece Behm y con la que pasaremos del plano general, al medio y al primer plano, según el zoom que el autor aplique a su cámara narrativa.

    Quizá mejor ver algún ejemplo, ¿no?

Momentos estelares

Para evitar spoilers, os mostraré algunas escenas del comienzo.

Empezando por el primer párrafo de la novela.

Solo con la descripción objetiva del espacio de trabajo del Ojo conocemos que le gusta observar por la ventana, que está armado, que tiene alguna relación con el alcohol, que le gustan los crucigramas, que vive solo —sus útiles de coser—, y, sobre todo, que tiene una hija o al menos su foto. Que termine así la descripción no es casual. Con ello nos dice que esa foto de su hija es algo esencial para él.

    Y ya alertados de que esa foto es algo importante, poco después el autor nos manda su primer directo a la mandíbula:


    Pura genialidad y poesía: su ex le manda una foto de su hija acompañada de otras catorce niñas para que no sepa quién es. No se me ocurre mayor venganza por parte de la madre. Y como el Ojo no lo sabrá nunca, se dedicará a ver la foto una y otra vez, fantaseando con cada una de las niñas. Unas veces, su hija será la mocosa despeinada, otras la rubia con cola… y a cada una le dará mil vidas en su mente, además de mil encuentros en los que unas veces será su padre salvador; otras, el cariñoso; el severo… Y así hasta agotar cualquier relación paternofilial que se os ocurra.

  Las fantasías del ojo no solo se centran en su hija desconocida, sino en su propia vida. Una de ellas es imaginar con que un dios lo observa y juega con él. Como el siguiente momento que destaco y que me parece una de las mejores presentaciones de personaje que he leído: el instante en que el Ojo ve por primera vez a la chica de los mil nombres.

Os pongo en contexto. El Ojo ha seguido a Paul, el pijo, hasta el parque y se sienta en un banco. Rodeado de ramas de árboles moviéndose por el viento y madres con sus hijos, su mente lo lleva a elucubrar que unos dioses juguetones lo están observando y hablando de él:
Soberbio. Un autor estándar escribiría algo así como que el Ojo estaba sentado en el parque con sus cosas y de repente apareció a sus ojos una bella muchacha de cabello rubio; el ruido, las personas, la luz del sol parecía enfocarla dejando lo demás en la penumbra y bla, bla, bla. Behm hace que un dios imaginario exclame ¡Pues pégale un meneo! Y apareció la chica.

No hace falta más.

    Si os fijáis, la fórmula recuerda el inicio del Génesis bíblico: «Y dijo Dios: Sea la luz; y la luz se hizo». Estas referencias bíblicas se repiten a lo largo de la novela de manera intencionada ya que, según la cita que recoge Vicente González en su blog Inmisericordes, Behm dijo que «es la historia de Dios quien, disfrazado de detective privado, busca a su hija: una búsqueda de la gracia».

    ¿Lo logrará?

TE GUSTARÁ SI…

¿Hace falta que añada algo más para convenceros de su lectura? Bueno, simplemente mencionar que el diario Le Monde la consideró en 1983 como la mejor novela del género publicada en Francia en una década y esta cita del escritor Carlos Salem, en el blog Real Noir: "Ahora que todo ha de ser políticamente correcto, refresca descubrir a un narrador amoral y sincero, que no temía escribir lo que le salía de las narices, porque de las narices le salía talento y no mucosidad blanduzca, como suele ocurrir".

 

La próxima semana habrá una nueva entrada el miércoles, con los festivales y concursos de novela negra de marzo. Hasta entonces...

Sed muy felices y moderadamente malvados

sobre mi

DAVID RUBIO

Aunque no sea lo mismo que compartir una buena charla acompañada de un café bien negro, te propongo quedar en otros espacios virtuales donde también suelo perpetrar publicaciones. Clica sobre los siguientes iconos o envíame un mail a balasyestrellas@gmail.com.

Comentarios

  1. Hola, David.
    Pues has conseguido que me apunte la novela y sabes que el género negro no es lo mío, pero ese enfoque y esa relación entre el ojo y la asesina... pinta bien.
    Creo, tal como comentas, que esta es una novela negra que va más allá, y eso es lo que me atrae.
    La leeré, sin duda.
    Gracias por la recomendación.
    Un abrazo.

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    1. Hola, Paloma. El género negro es tan variado e incluye tantas fórmulas narrativas que casi diría que más allá de sus características concretas es la manera de contar lo que lo define. En este caso hay una asesina y un detective, también hay asesinatos, esa es la parte negra. Pero dejando las etiquetas a un lado, es una maravilla. Un abrazo!

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  2. ¡Hola, David!
    Interesantísima entrega, esta reseña de la novela por lo que cuentas definitivamente es la mar de intrigante y con un plano de acción diferente y extenso, nos lleva a meternos de lleno en la historia, en la piel de esa chica asesina con muy peculiares cambios de apariencia, y en ese Ojo, que todo lo observa y que de seguro fantasea con todas las chicas que vio en la fotografía, asociándolas con la asesina y la posibilidad de que sea su hija...

    Creo que la película la vi, me suena mucho el título y quizás algo de la trama, pero el libro sabrá a gloria para los que hemos sido amantes de esas historias de detectives y criminales, y sobre todo porque se convierte más que en una persecución, en un juego, una montaña rusa emocional, una especie de obsesión delirante y atrapante, que por lo que anuncias del final de seguro nos dejará un buen sabor.

    Gracias por esta novela que nos traes, espero poder leerla. Un fuerte abrazo y que termines sonriente y feliz el mes.

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    1. Gracias, Idalia. De la película, si la vi, ni la recuerdo. Pero seguro que poco se debía parecer a lo que la lectura de esta novela provoca en el lector. Es una de esas novelas únicas que de tanto en tanto aparecen en nuestra vida y las incorporamos a esa biblioteca de elegidos para llevarnos a una isla desierta.
      El final es un acto de amor tremendo. No puedo contarlo, por supuesto. Pero si algo es capaz de hacerse por amor sin duda es eso. Un abrazo!

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  3. Pues si para tí ha sido tan magistral, habrá que leerla. Una reseña completa, exhaustiva y, como siempre, de agradecer.

    Un abrazo grande, David.

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    1. Gracias, Maripau. En cuanto a gustos ya se sabe, pero desde luego es una de las mejores novelas que he leído. Una lectura que deja resonancia. Un abrazo!

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  4. Conociendo tus gustos, confiando en tu valoración, y después de leer esta reseña tan detallada, me has creado la necesidad de leer esta novela, ya que, como he dicho muchas veces, este género me encanta, y más si contraviene las normas cásicas de narración en la novela negra y de acción.
    Muchas gracias por tu recomendación.
    Un abrazo.

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    1. Gracias, Josep. Bueno, en cuanto a gustos ya se sabe lo que se dice, hay tantos como culos. Pero en lo que yo valoro de una novela, desde luego que esta se sale de los marcadores. De las pocas que he leído tres veces. Un abrazo!

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  5. Menuda historia, David, y qué bien la has contado. Dan ganas de ponerse a leerla ya mismo. Qué importante es esa voz propia que comentas y qué forma de revelar la historia tan particular parece que tiene este autor. Me has generado muchísima curiosidad (también por ser guionista de Charada) y voy a ver si encuentro la novela. Una reseña adictiva y genial. Mil gracias por la recomendación.

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    1. Gracias, Marta. Qué gran película Charada, como se dice, de las que ya no se hacen. Precisamente, la volví a ver esta semana. Qué presencia de Cary Grant y Audrey Hepburn y qué diálogos. La novela no tiene nada que ver con el estilo de la película, pero conociendo tu paladar lector creo que te entusiasmará. Un abrazo!

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  6. Hola, David:
    Marc Behm se sentiría orgulloso de poder leer tu ensayo. Y apreciaría en él tu “mirada observadora” con su obra y tu perspectiva recreadora sobre ella.
    Descubrí esta novela en su edición por Jucar. Una publicación fallida en su traducción más allá del título, tal y como ocurrió con tantas novelas publicadas por Silverio Cañada. De hecho, el título en español no me parece tan desafortunado –algo que no puedo decir del usado para la fallida película “Ojos que te acechan”–. Por suerte, conseguí en el rastro una edición de “The Eye of the Beholder” publicada por Ballantine Books, así que casi 20 años después pude disfrutar con su lectura.
    Tu ensayo ha despertado en mí las ganas de releer la novela. Gracias, David.
    Un abrazo.

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    1. Gracias, Nino. Jo, cómo te agradezco tu aportación para enriquecer la reseña. Impagable. Ojalá fuera así, reconozco que reseñar es algo que me cuesta. Prueba de ello es que me sirvo de estos apartados para ordenarme un poco en la exposición.
      El título no es desafortunado, al contrario. Diría que es poco llamativo de entrada, pero totalmente adecuado una vez has leído la novela. Lo que no sé es por qué no tradujeron literalmente el original, que creo que sería El Ojo del espectador, seguro que tú lo sabes mejor que yo.
      Desde luego que Ojos que te acechan para nada se corresponde con la historia de Behm. Da una idea de voyeur psicópata que no es. Un abrazo y de nuevo gracias por tus maravillosos aportes. Un abrazo!

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  7. Me has convencido antes de llegar a la cuarta parte de la reseña. Quiero saber cómo se las arregla ese ojo para mantener la intriga en una novela en la que se sabe quién mata desde el principio. Muy atractiva parece una novela en la que no ha y exigencias de lo correcto, lo que sí que es un soplo de aire fresco. Aunque venga del pasado.
    Un beso.

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    1. Gracias, Rosa. Creo que te hechizará el estilo de Behm y la lección narrativa que muestra en esta novela fascinante. A mí no me ha resultado especialmente "escandalosa" moralmente, pero ya sabes que mi piel es de hormigón y siempre le doy al autor la absoluta libertad para contarme la historia que tiene en su cabeza, sin cortapisas morales ni en los qué dirán los sensibles de hoy día. Un abrazo!

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  8. Hay detalles como bien mencionas como el título o la portada que predisponen o que incluso por el otro lado no llegan a decir nada. Aunque es cierto que no es la parte fundamental de una obra. Creo compartir el desinterés por los autores estándar y a estas alturas la voz propia es lo que puede engancharme a una lecturas. Si es amoral aún mejor. No conocía al autor aunque si había visto la versión cinematográfica protagonizada por Ashley Judd y de la que solo recuerdo a Ashley Judd que estaba especialmente bella en ese papel de seductora.
    Un fuerte abrazo, David.

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    1. Gracias, Miguel. De la película no sabría decirte si la vi o no, me suena el título que le pusieron aquí y el McGregor y la Judd, quizá tendría que verla para confirmarlo. De todas formas, creo que no se puede comparar a la novela, más que nada porque además de la historia es la manera en la que está narrada lo que resulta fascinante. Es un poco lo que me pasa con las adaptaciones de las novelas de Jim Thompson, que justamente el punto fuerte no es la historia que me cuenta sino cómo me la cuenta.
      Si tienes ocasión de leerla seguro que disfrutarás de ella. Un abrazo!

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  9. David, fíjate si me ha convencido tu recomendación que me he ido directamente a la aplicación de mi biblioteca para ver si lo tenían. Lamentablemente no es así, pero lo he pedido para que me lo traigan de otra de proximidad. Y mira que yo no soy lectora asidua de novela negra pero, en este caso, y como dices tú, se sale del perfil típico detectivesco. Parece más una historia de obsesiones y hechizos... En fin, que me has hechizado y espero leerla pronto.
    Muchas gracias, David

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    1. Gracias, Matilde. ¡Ostras! Desde luego que no hay mejor premio para una reseña que provocar la lectura de la novela. Seguro que la vas a disfrutar muchísimo y, desde luego, no esperes una trama detectivesca a lo Agatha Christie o incluso a lo Dashiell Hammett. Esta novela se sale de las etiquetas. Ya me contarás qué te pareció.
      Lo que, añado, me parece increíble que novelones como este no se encuentren en permanente estado de disponibilidad en las librerías. Pero ese es otro tema. Un abrazo!!

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  10. Hola, David, me has atrapado con este novela. Nos pones la miel en los labios y ciegos te seguimos hasta que, ¡zas!, se acabó. Siempre te he puesto en el lado del detective, pero esta crueldad, te coloca en el otro lado.
    Me llama la atención la cantidad de veces que, por una cosa u otra, aparece la agencia Pinkerton en tus artículos. Y como ya nos has puesto al día sobre ella, sabemos que Dashiell Hammett fue agente y luego creo a Sam Spade ("El halcón maltés"). Me estaba preguntando si la novela que nos presentas será tan interesante como esta. Pregunta retórica donde las haya porque ya sé que tengo que leerla para saberlo.
    ¡Otro abrazo!

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    1. Gracias, María Pilar. Ja, ja, ja... Te agradezco tu comentario, aunque no te creas que estoy mucho del lado del lado del detective. Pues ahora que mencionas lo de la Pinkerton, es verdad que aparece mucho, aunque te prometo que de manera casual y nada premeditada. En este caso, la he mencionada para explicar por qué el detective se llama El Ojo, a secas. Y es que esa agencia hizo famoso aquello del Ojo Privado para referirse a los detectives.
      No obstante, creo que Behm usa ese nombre como algo más místico y profundo que un simple guiño.
      Esta novela es incatalogable y fascinante, aunque no tiene nada que ver con El halcón maltés. Digamos que Behm utiliza otras armas para seducirnos. Te encantará si puedes encontrarla en alguna biblioteca o mercado de libro de ocasión. Un abrazo!!

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  11. Hola, David, estupenda reseña - muestra de la novela, hasta a mí, ;-), me han dado ganas de leerla, jeje. Gracias por mostrarla y por currarte tanto las entradas. Genial trabajo.
    Un abrazo. :)

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  12. Pues has sabido envolvérmela en papel de caramelo, David. La de fantásticos escritores que hay y que se pierden en las arenas movedizas de la literatura. Esos extractos que nos dejan son fantásticos, una muestra de un escritor distinto, un uso de un punto de vista original y una manera de escribir muy propia. Todo lo que has dicho me ha encantado. Muchas gracias por presentárnola, porque con eso de la Reina Roja que ha salido ahora, parece que no hay más opción que caer en eda tentaciòn, jejeje.
    Un abrazo!

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  13. vi este post hace días y ahora ya tengo tres libros empezados, pero como no sueles fallar...
    Curiosamente ayer acabe una serie en que el " heroe" perdió a su hija e identifica y acoge a la adolescente protagonista , parecido a este caso.
    Esta novela provoca una extraña sensación. Me ha pasado leyéndola en varias ocasiones que se me dispara el detector de cagadas. siempre cuando se relatan pensamientos o sensaciones de personajes que no son el ojo; entonces digo ¿ cómo sabe lo que piensan si es en primera persona? Y entonces digo "Ah coño, que no es en primera persona". Y es que vas todo el rato pensando que el ojo es el narrador. Pero sl mismo tiempo, esa cercanía e intensidad que suele dar la primera persona , aquí es como distanciamiento. justo he llegado a una pelea que es la primera sección del ojo que no es mirar. Además la aparición de Diosincrementa ese distanciamiento. es como si te lo contarán desde arriba. También destacó las veces wue ella se gira y no lo ve. no sé cómo continuará...
    Abrazooi

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  14. Hola David, definitivamente y por los ejemplos que das te creo que es una novela magnífica. Voy a buscarla y a leerla. Genial toda la información que nos compartes, tanto del autor como de la novela. Gracias por ello. Abrazos.

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  15. Hola David. Nos has vendido bien la novela, desde luego, tanto que apetece leerla. Siento curiosidad por saber como el autor ha conseguido esa intriga a partir de una historia en la que el detective persigue a una asesina que él y lector saben ya que lo es. Con esa frase final en la que se le achaca al autor ser politicamente incorrecto ya me has ganado. ¡Qué falta nos hace la incorrección en esta sociedad tiquismiquis que se nos ha quedado! Un abrazo.

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  16. De la novela negra, algunos me gustan y otros no tanto pero esta reseña me ha gustado mucho y he apuntado tu propuesta. Muchas gracias y abrazo.

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