TARANTINO: EL JOVEN PATÉTICO Y CRIMINAL | 30 años de Pulp Fiction. Vol. 1

El próximo 21 de mayo se cumplirán treinta años del estreno de Pulp Fiction en el Festival de Cannes. Dos días después, Clint Eastwood , presidente del jurado en aquella edición, proclamó la película de Quentin Tarantino como ganadora de la Palma de Oro.      Los que seguís este blog ya conocéis mi pasión tanto por esta película como por Tarantino, así que, evidentemente, Balas y estrellas no podía dejar pasar la ocasión para rendirle homenaje.      Comenzando, claro, por Quentin Tarantino, el genio de la narrativa que más me ha hecho disfrutar en una sala de cine. TARANTINO: EL JOVEN PATÉTICO Y CRIMINAL

TODO DE MÍ

  
 Todo de mí, 
¿por qué no te llevas todo de mí? 
¿Acaso no ves que no sirvo de nada sin ti? 
Llévate mis labios, quiero perderlos; 
llévate mis brazos, no los volveré a usar. 
Tu despedida me dejó con los ojos llorosos. 
¿Cómo puedo, cariño, vivir sin ti? 
Te llevaste la parte que alguna vez fue mi corazón. 
Así que, ¿por qué no te lo llevas todo de mí? 
(Letra de la canción All of me)

TODO DE MÍ

PODRÍA DECIRLES MI nombre, pero, sinceramente, no creo que les importe. Yo tampoco tengo mayor interés en que lo sepan. No es nada personal. En realidad, solo existe una persona a la que desearía decírselo, pero ella ni siquiera me lo ha preguntado. Por eso llevo tres horas esperándola en mi taxi. Por si esta noche lo hace.
    Como habrán comprobado, me acompaña Billie Holiday. Para disfrutarla de verdad es necesario escucharla de noche; con las luces parpadeantes de las farolas hipnotizando las aceras; con parejas desinhibidas mostrando amores apasionados, y otros ya consumidos; con borrachos de alcohol o de sueños transitando su soledad bajo el neón de los oasis urbanos, tan tóxicos como anestésicos. O, simplemente, con taxistas que deciden aceptar el turno de noche con la esperanza de que al tomar una esquina aparezca su propia Rita Hayworth para robarles el corazón.
    «Buenas noches, no llevo nada encima».
    Esas fueron las primeras palabras que me dirigió la noche que la conocí. Llevaba un vestido de encaje color malva y, tras observar mi sonrisa maliciosa, precisó que solo podría pagarme cuando llegáramos al destino. Me indicó una dirección de la zona alta de la ciudad. Me hubiera dado igual cualquier otra, podría haberme pedido que la llevara al mismo infierno. 
    No podía dejar de mirarla por el retrovisor interior. A pesar de los baches y las curvas, se pintaba los labios con elegancia y precisión, humedeciéndolos después con la punta de la lengua.
    —¿Quién es? —preguntó con una sonrisa.
    —¿Qué? —respondí con cierto rubor.
    —La música que sale de la radio.
    —Ah… Es Billie Holiday.
    —Suena antigua. Y triste.
    —Habla de desamor.
    —¿Desamor?
    —Imagino que alguien como usted no conoce esa palabra.
    —Imagina demasiado.
    —Por eso elegí el turno de noche.
    —Un soñador… Me gustan los soñadores, aunque sean taxistas.
    No supe cómo tomarme ese comentario. En ese momento estaba más ocupado en levantar el pie del acelerador.
    —¿No es demasiado tarde para que alguien como usted salga sola?
    —Precisamente esta es la hora en la que sale alguien como yo.
    —Si fuera mi prometida, jamás lo permitiría.
    —Vaya, qué galante…, y atrevido. ¿Puedo fumar?
    —Puede hacer lo que usted quiera.
    —¿Y qué más haría si yo fuera su novia?
  —La despertaría a besos cada mañana en nuestro palacio. En el desayuno siempre encontraría un poema para recordarle cuánto la amo. La llevaría en limusina. Hasta volaría a París solo para comprarle flores o a Italia para conseguirle los vestidos más elegantes.
    —¿El sueldo de un taxista daría para todo eso?
    —Con alguien como usted a mi lado podría conseguir todo lo que me propusiera.
    —Es halagador, pero no creo que yo le convenga.
Demasiado pronto llegamos al portal del edificio de pisos de alto standing.
    —Es hablar por hablar —respondí girándome en el asiento—. Ya sé que las mujeres como usted no se fijan en tipos como yo.
    —No le he sido del todo sincera —dijo sin tomar en cuenta mi comentario—. Deberá esperar a que vuelva. Tardaré una hora. Más o menos.
    —La he esperado toda mi vida.
    Créanme, juraría que se ruborizó. Encendí un cigarrillo mientras ella dirigía su andar de diosa hacia el portal. Aquella noche pasaron dos horas treinta y cuatro minutos hasta que regresó.
    —Lamento el retraso —dijo mientras le abría la puerta trasera.
    —No se preocupe. 
    Una vez me senté al volante me extendió un billete de cien euros.
    —¿Es suficiente para cubrir la espera y el viaje?
    —No voy a cobrarle.
    —Insisto. —Me miró con ojos cansados—. ¿O tal vez quiere cobrarse de otra manera?
    —Me basta con que me llame cada vez que tenga que salir a estas horas.
    —Creo que escucha demasiadas canciones románticas. Así no encontrará el amor.
    —¿Quién dice que no lo he encontrado ya? Por cierto, me llamo…
    —No me lo diga, no quiero saberlo —dijo apoyando la cabeza en la ventanilla.
    —¿Y yo? ¿Puedo saber el suyo?
    —Puede llamarme Billie.
    Ha pasado más de un año desde aquella noche… Discúlpenme, tengo que dejarles. Ella acaba de salir del portal. Le sonrío mientras le abro la puerta del taxi.
    —¿Todo bien, Billie?
    —Sí… imagino que sí —responde mientras accede al coche.
    —Mañana es tu día libre, me preguntaba si…
    —Ya sabes que no.
    Cierro la puerta y ella se recuesta en el asiento. Está relajada. Sabe que siempre estaré para lo que ella quiera. Sin preguntas, si peticiones, sin reproches.
    Esta noche tampoco ha preguntado mi nombre.
    Quizá otro día.
***
Este relato tuvo el enorme reconocimiento de ser dramatizado por el actor de doblaje Óscar Barberán, al que seguro conocéis en España por ser la voz cinematográfica de personajes como como Woody en Toy Story o Neo en Matrix.

  Por supuesto, os invito a escuchar su adaptación. Para ello basta con darle al Play.


Sed muy felices y moderadamente malvados


Te puede interesar



sobre mi

DAVID RUBIO

Aunque no sea lo mismo que compartir una buena charla acompañada de un café bien negro, te propongo quedar en otros espacios virtuales donde también suelo perpetrar publicaciones. Clica sobre los siguientes iconos o envíame un mail a balasyestrellas@gmail.com.

Comentarios

  1. Precioso relato, David. Sí que recordaba haber escuchado en su momento la dramatización y me sigue encantando. Tiene un aire de melancolía y fatalismo muy especial que deja intuir, sin necesidad de explicitarlo, el pasado de dos personajes muy perdidos. Fantástico.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Marta. La verdad es que recuperé este relato al darme cuenta que me quedaba una semana colgada y ya no contaba con más munición, je, je, je. Me alegra que la nueva lectura te haya resultado tan agradable como la primera vez. Un abrazo!

      Eliminar
  2. una historia construido a base se diálogos de frases contundentes. La historia se deriva del dialogo cin precisar explicaciones. Aunwue le quiere pagar en euros, y no recuerdo a Bogart de taxista, podría empezar por este relato.
    Pura poesia clásica, y no me refiero a la canción.
    Por el tema de trasfondo, aparte de la letra de la canción, me recordó aque lla frase de Johny Guitar: "Mienteme, dime que me quieres tanto como yo a ti".
    Abrazoo cfuerte

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Gabiliante. Este relato es de los pocos en los que una canción me ha inspirado. La canción es todo un canto al amor sin respuesta, a la entrega total al amado sin que al mismo le importe. Así que pensé en una historia de amor imposible. En estas, un taxista y una prostituta suelen ser apuestas seguras. Un abrazo!

      Eliminar
  3. Magnífico relato David! Nos mantiene en todo momento a la expectativa y en tensión, a ver si sucede algo que se presiente en cierta medida, quizá la misma sensación que tiene nuestro taxista protagonista, el cual, por cierto, me ha recordado a la estupenda interpretación de Robert de Niro en "Taxi Driver".
    Un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Antonio. En estos seis meses me parece que llevábamos un buen número de crímenes, así que como me quedaba una semana colgada pensé en este relato que podría etiquetarse como romantic noir, que imagino ya habrá sido usado alguna vez. Me alegra que te haya gustado. Un abrazo

      Eliminar
  4. Hola, David, según lo estaba leyendo me parecía una escena para ser representada. Yo me he colado, como una intrusa invisible, en ese taxi. Ver de cerca a Rita Hayworth en el coche, con el enorme impacto que produce su sola presencia, deslumbrante, espectacular… (sin bofetadas ni guante), entre tímida y distante. Esos momentos en el coche, con la voz, que suena a lamento, de Billie Holiday, el piano y el saxo, protagonistas y testigos a la vez de la escena, transmiten algo tan íntimo y personal que no se puede describir con palabras. Lo único que me ha chirriado son los euros que han querido sacarme de lo que estaba viviendo, pero no, no lo han conseguido.
    Mi IPad es un caprichoso, en nombre de la seguridad me juega estas malas pasadas y no me permite escuchar la adaptación. Una pena. Lo intentaré por otro lado.
    Un abrazo, David.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, María Pilar. Me alegra que te hayas podido colar en ese taxi y asistir a este encuentro tan peculiar. He comentado antes que es de los pocos que he escrito inspirándome en una canción. Ese Todo de mí de Billie Holliday es todo un canto al amor sin respuesta ni correspondencia, un amor entregado sin esperar nada a cambio. Rita Hayworth es todo un icono para mí, ver Gilda en mi adolescencia fue casi como el despertar de mi sexualidad. A partir de entonces creo que empecé a ver a las chicas de otra forma.
      Lo del audio es una lotería, quizá con otro navegador, pero cuando subes un archivo de audio o imagen directamente a blogger, sin pasar por YouTube puede no escucharse en según qué medios. Hacía tiempo que no subía ninguno, pero veo que sigue igual. Un abrazo!!

      Eliminar
  5. Wow, David. Creo que ya leí este relato hace tiempo, o alguno parecido, no sé, pero como si fuera la primera vez. La ambientación es grandiosa, con esa música de fondo y un escenario gris, casi apocalíptico que cabalga sobre ese narrador protagonista hacia un fatalismo adorable. Me han encantado los diálogos, sobre todo de ella, una especie de quiero y no puedo que agarra al lector con el ansia de querer más. En realidad, conocemos a los personajes con pocas pinceladas, nos enamoramos de ella y empatizamos con él en esa vorágine de día a día anhelado aunque tengamos claro que nunca va a alcanzar lo que quiere.
    Me ha encantado, y el plus de la representación auditiva aún lo hace mejor. Menudo lujazo, y con todo merecimiento.
    Un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Pepe. En efecto, lo leíste. Creo que fue justamente el último relato que subí a Relatos en su tinta y allí permaneció un par de años mientras este nuevo blog tomaba forma. Lo he subido porque al llegar junio me di cuenta que se me quedaba colgada una semana y, la verdad, ya me faltaba gasolina para escribir una, je, je, je... Me alegra que te haya gustado en tu segunda lectura. Un abrazo!

      Eliminar
  6. ¡¡Guau!!
    ¡Menudos diálogos! Dignos de Bacall y Bogart. Insinúas en lugar de contar, nos imaginamos a qué va ella por las noches; y él… otro “perdedor” pero fiel incansable… “La he esperado toda la vida”…Me encanta tu taxista; es un personaje con gran fuerza, de los que se clavan.
    Enhorabuena, me asombra lo bien que has creado los dos personajes; la fluidez de ese diálogo, ya digo..., digno del mejor cine negro.
    Sobresaliente, y con ese romanticismo que sobrecoge, comedido, profundo y hasta doloroso por su belleza…
    Fabulosa la interpretación en audio. Te felicito. Me la guardo.
    Un abrazo grandote!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Maite. Lo del audio es exclusivo de Óscar, recuerdo cuando me envió un mail pidiéndome permiso para dramatizarlo. Lo primero que pensé es que se trataba de un spam, pero luego busqué quién era y me dije ¡ostras! Son de esas cosas que uno no piensa que puedan suceder al publicar un blog de relatos dada la inmensidad de publicaciones.
      Me alegra que te gusten los diálogos, para mí, escribirlos es algo muy especial, de hecho es lo que más disfruto en las novelas y siempre intento que tengan un sentido en la historia. De hecho, suelo ponerles la voz de actores de doblaje para ver si en mi cabeza suenan bien. Un abrazo!!

      Eliminar
  7. Felicidades, David, por un relato grandiosamente cinematográfico. La ambientación, los diálogos, la sensualidad y esa fascinación que emana el personaje del taxista hacia su Rita particular es a su vez fascinante para el lector. La locución de Barberán es brillante y otorga una mayor autoridad al texto si es que cabe. esa posibilidad. Felicidades también para él. Y luego está el fondo...ese amor platónico e incondicional que sigue y prosigue, quizás, por la no consumación del "pecado" entre los protagonistas. Aunque eso solo lo sabe el autor je, je.
    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Miguel. Pues no te creas que el autor tiene idea de lo que pasó después, ja, ja, ja... Pero conociéndome, seguro que al final ella aceptaría la relación, pero esta no cuajaría y, quizá, la cosa acabara de mala manera. Así que mejor lo dejo aquí, con ese The End de las películas de antaño. Los diálogos creo que muestran mi absoluta devoción por el cine negro clásico, tan brillante en este aspecto. Quizá, hoy día se enviarían whatsapps con emoticonos, ay... Un abrazo!

      Eliminar
  8. Excelente relato David, que no sé si sea por la canción, pero al menos esa introducción de ella, recuerdo haberla leído no hace mucho, quizás en algún comentario tuyo, no sé, y no estoy segura si es que confundo el relato con el video de la canción del taxista de Ricardo Arjona, ja, ja..

    No me permitió escuchar el audio, pero imagino que se debe escuchar genial.

    Te felicito por este relato tan visual y cautivante, digno de hacer un corto metraje con él, todo rezuma idílica felicidad, aunque no se pueda consumar nada, eso la hace mas duradera... Me lo disfruté.

    Que pases bien estos días de cuenta regresiva. Un abrazo cálido.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Harolina. Este relato fue el último que publiqué en Relatos en su tinta, y allí permaneció un tiempo. Quizá lo leíste entonces. La que no conozco, o al menos ahora no caigo, es la canción que comentas. La buscaré a ver.
      Lo del audio es un problema de Blogger, cuando subes un archivo de audio o vídeo directamente hay navegadores y aparatejos que no lo reconocen. Prueba con otro navegador.
      Me alegra que te haya gustado. Un abrazo!

      Eliminar
  9. Muy visual, y escenifcado, me encantó la potencia de los personajes.

    Un abrazo fuerte, David y mi enhorabuena

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Maripau, me alegra que te haya gustado. Un abrazo!

      Eliminar
  10. ¿Amor a primera vista, flechazo, atracción fatal? Sea como sea, lo has descrito, como afirman algunos comentaristas, con unas secuencias propias de una escenificación cinematográfica. Un "taxi driver" solitario y enamorado de una desconocida que le inspira un torbellino de sentimientos amorosos.
    Y qué decir de tu estilo narrativo, que siempre engancha al lector. Me ha encantado la historia y cómo nos la has contado.
    Un fuerte abrazo, David.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Josep. Cuando escribí esta historia estaba leyendo bastante a Raymond Carver, un autor que con muy poco artificio argumental era capaz de transmitir mucho solo mostrando a los personajes. Por supuesto, Billie Holliday también fue una magnífica inspiración. Un abrazo!

      Eliminar
  11. Además de tener voz, creo que ya había leído el relato y me había gustado tanto como ahora. Es precioso. Deja entrever tantas cosas, es tan tierno... Y, por supuesto, está tan bien escrito, que es un placer leerlo y escucharlo una y otra vez.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Rosa. Al llegar junio me di cuenta de que me faltaba una entrada para completar el mes y ya no tenía gasolina para escribirla, je, je, je... Me alegra que te haya gustado lo mismo en esta segunda lectura. Un abrazo!

      Eliminar
  12. Por esas cosas del destino, he leído este diálogo fascinante con la música de fondo del piano de Bill Evans y su trío. Música ideal más allá de la genial Lady Day para una escena tan brillante como conmovedora.
    Prueba a leerla escuchando My Foolish Heart de Bill Evans.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Doctor. Pues así lo he hecho y la verdad es que he disfrutado de esa pieza, tanto que luego he seguido escuchando a Bill Evans. Las historias noir y el blues o el jazz sí que son una combinación o pareja perfecta. Un abrazo!

      Eliminar
  13. Un relato absolutamente maravilloso. Ya había disfrutado de él con anterioridad y me reafirmo. Como el buen vino, va ganando con el tiempo. Grande, David.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Pedro. Me alegra que la segunda lectura te haya resultado igual de satisfactoria. Un abrazo!

      Eliminar
  14. Tremenda tensión la que se desprende de ese diálogo! No he podido evitar que al empezar a leer me viniera a la mente cierta escena de Taxi Driver, pero tu toque y tu final me gusta más! Dos personajes que dan pie a nuestra imaginación y nos dejas con ganas de saber más! Un abrazote!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Marifelita. Me alegro que esta pareja te haya hecho pasar un buen rato. En alguna parte tengo guardado un boceto con la historia del cliente. Quién sabe si algún día me animo. Un abrazo!

      Eliminar
  15. Hola David, muy bueno, me ha encantado y mientras escribo este comentario lo estoy oyendo con el audio que has puesto. ¡Genial! Muy bien narrado.
    Un abrazo. :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Merche. Me alegra que te haya gustado. Un abrazo!

      Eliminar
  16. ¡Wow David! ¡Qué gran relato! Es una historia que conmueve y que no cuesta trabajo leerla, super bien narrada. Resulta entrañable ese taxista enamorado y esa mujer misteriosa, entre ambos han creado un romance "peculiar". Resulta también triste porque parece que él nunca podrá llenar la copa de ese amor. Me encantó, y también me gustó el audio. Te luciste. Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Ana. Me alegra que te haya gustado este relato en el que no aparece ningún cadáver, aunque la ambientación sea noir. Quién sabe si tendrá suerte en el futuro o quizá le baste con ser su ángel guardián cada noche. A veces, las mejores historias de amor son aquellas que solo las soñamos. Un abrazo!

      Eliminar
  17. El taxista se conforma con poco. No sé si en este caso menos es más, pero en última instancia, creo que ella lo necesita más que él a ella.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Cabrónidas. Bueno, quizá cada uno es feliz a su manera. Y a falta de que ella le pregunte su nombre a él le sobra con verla cada noche. Saludos!

      Eliminar
  18. ¡¡Magnífico relato!! ¡¡Muy gráfico y conmovedor!!, con ese sabor agridulce que deja al leerlo - lamentablemente, no he podido escuchar el diálogo desde mi computadora- digno para guion de una película de los años 40- 50. Feliz verano, por mi parte me tomo un descanso. Vuelvo en Agosto. Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Myriam. Me alegra que te haya gustado. Para mí, las mejores historias se contaron en esa época, al menos en cuanto al cine se refiere, adoro el cine negro clásico. Lamento que no lo hayas podido escuchar, cuando subes a blogger un archivo de audio o vídeo parece que no es compatible al 100%. Disfruta de las vacaciones. Un abrazo

      Eliminar
  19. Genial el relato y el audio. Yo también he viajado en ese taxi para no perderme ningún detalle. Aplausos. Abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Amaia. Me alegra que el relato te haya llevado in situ a ese taxi. Un abrazo!

      Eliminar
  20. El relato es fabuloso, ese comienzo con la música de Billie Holiday, nombre que asume después la mujer, ya es maravilloso. Los diálogos son brillantes y narran con maestría una peculiar historia de amor entre los dos. Felicidades por esa grabación del relato, es genial. Menudo viaje hemos realizado con tu relato, me he quedado con ganas de saber más de esa historia llena de complicidad. El amor y sus diversas formas. Enhorabuena, David. Un placer tanto leerlo como escucharlo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Mayte. Creo que en su momento pensé en alargarla un tanto, pero me dije que quizá no fuera necesario, que quizá era mejor que cada lector se imagine lo que vaya a suceder entre ellos, quién sabe. Tal vez un día le pregunte su nombre, pero desaparezca la magia. Me alegra que te haya gustado. Un abrazo!

      Eliminar
  21. Hola David. Magnífico relato, desde varios puntos de vista. Es curioso como toda la historia se desarrolla en un taxi, pero sin embargo los diálogos nos transportan a otros escenarios de las vidas de los protagonistas. Estupenda caracterización de los personajes a través de sus actos y palabras, él cínico y cansado de la vida, soñador empedernido y romántico incorregible que sueña con encontrar un amor platónico que llene la monotonía de sus días. Ella asentada en la frivolidad y en el lujo, resignada con cierto fatalismo a una vida desprovista de cariño pero llena de cosas materiales gracias a su "profesión" que no se explicita en ningún momento pero se intuye desde el principio. Ambos saben que no son el uno para el otro, pero ambos fantasean con que lo son. Y por supuesto mención especial para los diálogos, de sobresaliente, sostienen toda la trama, penetran en el interior de los personajes, vertebran la acción y fluyen de manera nada artificial y con elegancia. Es en la capacidad de armar buenos diálogos donde muchas veces se notan las tablas de un escritor. Gran trabajo. Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Jorge. He comentado que este es de los pocos relatos en los que me inspiró una canción. Tras escuchar All of me varias veces me puse a pensar en una relación imposible, donde alguien amara de una manera totalmente incondicional, sabiendo o presumiendo que jamás sería correspondido. Ese alguien solitario, soñador tomó forma en un taxista que espera a que su amada termine un servicio. ¿Qué hace mientras espera? ¿qué le hace seguir una y otra vez esa rutina? Recuerdo que el diálogo lo escribí de un tirón, puesto en situación, con Billie de fondo e intentando ver y escuchar a los personajes en mi cabeza. Creo que cuando salen así es cuando salen mejor, si un diálogo lo escribes pensando demasiado se pierde frescura y verosimilitud, no termina de fluir. Ni qué decir que los maestros del género negro clásico tuvieron algo que ver en ello. Un abrazo!

      Eliminar
  22. Como siempre es un inmenso placer leerte, David. Tus relatos dejan huella y recordaba éste (no el argumento exacto, que la cabeza no me da para tanto, sino las sensaciones que me produjo). Yo, como el taxista, no pierdo la esperanza de que algún día ella pregunte su nombre y muchas otras cosas...
    ¡Un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Julia. Me alegra muchísimo que la segunda lectura te haya resultado tan agradable como la primera vez. Un fuerte abrazo!

      Eliminar

Publicar un comentario

Como sería un poco perturbador que dejaras alguna huella dactilar, pelo o cualquier otro resto biológico, te invito a que muestres con un comentario que has disfrutado de esta escena del crimen. Y si además lo compartes en tus redes ya te nombro miembro oficial de la banda. ¡Gracias!