LA BESTIA SE ACERCA | Margaret Millar



Margaret Millar es una maestra del misterio. Eso no es algo que diga yo, sino que está refrendado con el título de Gran Maestra del Misterio concedido en 1983 por la Asociación de Escritores de Misterio de América.

   Tres décadas antes (1955), la misma asociación le concedió el prestigioso premio Edgar por La bestia se acerca, superando nada menos que a Patricia Highsmith y su El talento de Mr. Ripley.

    Por si fuera poco, la novela de la que hoy os hablo está considerada como una de las cien mejores novelas negras del s. XX.

    Así que reiniciamos esta sección de reseñas por todo lo alto.

¿De qué va?

Helen Clarvoe es una treintañera bastante huraña, introvertida y acomplejada con su físico. También es un tanto miedosa… Bueno, la verdad es que eso es quedarse corto. Siente tanto terror que vive en un hotel para solo para sentirse acompañada y protegida. El caso es que mientras se observa en un espejo recibe una llamada y coge el teléfono. No parece reconocer la voz femenina que habla, así que esta se presenta como Evelyn Merrick, una antigua compañera de instituto que parece ser el reverso luminoso de lo que es Helen. Es una belleza extrovertida, sociable y, por supuesto, fue la chica más popular durante la época del instituto.

    Pero es que, además, estuvo brevemente casada con su hermano y este pequeño detalle nos revela que Helen, habiendo sido Evelyn su cuñada, también anda justita de memoria.

   Obviemos ese detalle, porque la cosa se pone chunga muy pronto, cuando escuchamos a Evelyn y descubrimos que, pese a todas sus virtudes, es un bicho de armas tomar y le suelta esto en esa llamada:
—Lo que tu necesitas, Clarvoe, es una bola de cristal para que tú también te pudieras ver en ella. ¿Te gustaría? ¿O te daría miedo? Como siempre has sido tan cobarde… ¿Quieres que te diga lo que veo? Tengo tu cara justo delante de mí, clara y brillante. Pero hay algo que la afea. Ah, ahora lo veo. Has sufrido un accidente. Estás mutilada. Tienes un tajo en la frente y la boca te sangra. Sangre, sangre, sangre por todas partes, por todas partes…
    La pobre Helen, claro, se acojona y corta la llamada. Es entonces que recuerda a Paul Blackshear, el abogado de la familia, y contacta con él para que investigue si esa amenaza pudiera ser algo por lo que preocuparse.

    El abogado, a regañadientes, acepta el asunto y comenzará sus pesquisas. Eso le llevara, según la sinopsis, a un submundo de delincuencia, abuso de drogas y pornografía. Quizá se hayan pasado un poquito con la promoción porque, si bien aparecen esos elementos argumentales, lo hacen de una manera muy sutil. Sobre todo si lo comparamos con la turbia realidad personal y familiar de Helen que descubriremos de la mano del señor Blackshear durante su investigación.

    Y hasta aquí puedo desvelar sin destripar.

Momentos estelares

Diálogos

Uno de mis indicadores de calidad de una novela negra son los diálogos. Si estos son planos, mediocres, triviales, funcionales, explicativos o desconectados de la personalidad del personaje es más que probable que la mande a paseo a las pocas páginas.

    Los de esta novela son magníficos. Las conversaciones fluyen, tienen clase y, sobre todo, tienen un subtexto qué dice más de lo que se expresa con palabras.

    Como ejemplo, esta primera conversación entre Helen y el abogado de la familia al que pide ayuda:

El personaje de Evelin Merryck

Un villano potente es algo irresistible y Evelyn es uno de esos personajes malvados que viéndolos en acción provocan que el lector llegue a odiar desde el cariño.

    No se puede ser más manipuladora, cabrona y diabólica. Es un personaje resentido y frustrado y bien que lo sabe. Lo sabe tanto como que no le importa asumirlo y amargar la vida a cualquiera que ose interponerse en su camino. Por “interponerse en su camino” no me refiero a que le quiten un novio o le rayen el coche. Basta con una mala mirada, un comentario, una risita burlona para que nuestra querida Evelyn comience a planificar su destrucción.

    Para ello no necesita pistolas o cuchillos, quizá algunas tijeras cuando no hay otra opción, pero en todo caso a ella le basta con descolgar el teléfono. Porque su mejor arma es su enorme capacidad para reconocer las debilidades y miedos de su víctima. No necesita más que una simple llamada, un comentario hiriente, una mera insinuación donde más duele para poner patas arriba la vida de su objetivo.

    Fijaos en cómo funciona esa cabeza tras una escena en la que el dueño de un bar le recriminó que se tirara una hora usando el teléfono del establecimiento.

Las descripciones justas

Los diálogos y reflexiones de los personajes ocupan buena parte de las 187 páginas de la edición de RBA que he leído. Eso consigue una lectura muy ágil y demuestra el talento de Millar.

    Cuando se tiene una historia, se cuenta. Cuando no se tiene, se hace como que se cuenta y un indicio de esto último es cuando aparecen esas descripciones interminables de lugares o los tratados anatómicos del aspecto de los personajes.

    Millar solo se detiene en lo que es importante para la historia, en los detalles del entorno físico reveladores de algo que el lector debe saber. Y punto.

    Como ejemplo, esta escena en la que Paul Blackshear va a descubrir el cadáver de alguien que no le caía demasiado bien a Evelyn.

Por si me preguntas te cuento que...

Cuando escribo una reseña, o lo que sea esta clase de entradas, suelo hacerlo después de haber leído la novela dos veces. No por ser meticuloso, sino por ser un desastre. Leo en el metro y, al menos en Barcelona, rara vez puedes sentarte para sacar a la vez una novela, un lápiz y una libreta e ir anotando citas o impresiones. Así que de entrada me la leo del tirón como cualquier hijo de vecino y luego la vuelvo a leer en casa para anotar cositas.

    Pues bien, cuando terminé la primera lectura pensé que la señora Millar me había llevado al huerto. Para los que no conozcan esta expresión significa mas o menos como que alguien te engatusa con mentiras para echar un polvo. En este caso, un polvo literario, claro.

    Es decir, pensé que me había estado engañando de manera obscena para luego sacarse de la chistera la verdadera realidad de la historia.

    Si eso es lo que pensé de inicio, en la segunda lectura tuve que quitarme el sombrero y reconocer su maestría. Lo que yo recordaba como una burda mentira al lector, resulta que no era tal. La autora en ningún momento esconde nada, sino que es su habilidad como narradora la que provoca que el lector sobreentienda algo que realmente no está escrito.

    Siendo eso así, el problema de la novela no es la novela, que está perfectamente pensada y tramada, sino la pérdida de inocencia del lector actual. Es una novela de “giro sorprendente”, algo que al lector de los cincuenta dejaría con la boca abierta, pero el lector de hoy, después de haber consumido tantísima ficción de “giro sorprendente”, empieza a ver a la mitad por dónde van los tiros, pese a que la narración insista en mantener la realidad oculta hasta casi al final.

    Eso genera cierta desconexión entre la intención del autor y la percepción del lector.

    Para entendernos, cuando vi El sexto sentido, después del inicio donde disparan al psiquiatra me di cuenta de que, en las siguientes dos escenas, el personaje interpretado por Willis no interaccionaba salvo con el puñetero niño que veía muertos. Así me pasé hora y media viendo una película que sabía que estaba intentando engañarme. El resultado: me pareció más un drama que una peli de terror.

    Pues algo parecido me ha pasado con esta novela.

Te gustará si...

Es una novela negra clásica, de mediados del s. XX, eso ya es una garantía para cualquier lector. Y lo es porque la autora sabe lo que está escribiendo y el tono a utilizar. No pide perdón ni trata de justificarse por la sórdida historia que nos ofrece, algo que, por desgracia, es muy común en las novelas negras actuales en las que los autores parecen ir con el freno de mano por aquello del qué dirán los sensibles.

    Ofrece entretenimiento, magníficos diálogos, personajes de doble moral, seres humanos reales que son conscientes de sus miserias y tratan de gestionarlas como buenamente pueden y saben.

    Así que, aunque seas un lector experto en anticipar giros sorprendentes, vas a disfrutar de una lectura absorbente.

Y esto es todo por hoy. La próxima semana seguiremos hablando de bestias. De una de carne y hueso que se escondía en el lugar donde los sueños se hacen realidad.

    Hasta entonces, sed muy felices y moderadamente malvados.
Foto del autor

David Rubio

Escribiente aficionado al género negro. Si quieres plantearme una propuesta que no pueda rechazar, soy un chico fácil, puedes hacerlo al mail balasyestrellas@gmail.com o si te apetece puedes seguirme en estas redes.

Comentarios

  1. Hola, David:
    Gracias por esta reseña, no conocía a la autora, tras leerte intentaré conseguir esta novela o, al menos, cualquier otra obra de ella. Pese a que nos adviertes sobre la posibilidad de que ciertos elementos, como el ‘giro sorprendente’ pueden haber perdido efectividad, por lo que compartes es una obra sólida en el relato y ágil en sus diálogos, así que confío en que me resultará interesante.
    Me ha llamado la atención el cuidado que le prestas a la confección de las reseñas, con una habitual lectura doble de las obras.
    Un abrazo.

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    1. Hola, Nino. Es una novela muy pero que muy recomendable. Lo que comento sobre ese giro no es un problema para disfrutarla, que luego haya sido utilizado en muchas otras novelas y películas demuestra que funciona. Margaret Millar es una de las grandes y, además, su matrimonio con Ross McDonald te aseguro que daría también para una novela negra, ja, ja, ja...
      Te agradezco tus palabras sobre la manera que he encontrado para reseñar, que era algo en lo que nunca me he sentido cómodo. Al final me he decantado por esta solución, con apartados fijos e intentando comentar la novela como si estuviéramos charlando en un café. Ahora ando dándole vueltas a la manera de reseñar películas de cine negro... a ver si consigo un formato en el que me sienta a gusto. Un fuerte abrazo!!

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  2. Pues me apunto. Lo poco que pido y en ese orden, es ausencia de paja, buen final, buenos diálogos y original historia. La dificultad de encontrarlos va en ese mismo orden. Además como creo tener gusto parecido sl tuyo, me fio de tu criterio.
    Vi hace poco una serie que aguante sin dejarla, por los dialogos; luego , sorpredenetemente mejoro también la trama. No me viene el título... Ryland Givens, se llamaba el protagonista; seguro que ya la has visto.
    A ver si me la leo rápido que parece corta y te comento por aquí lo que me pareció.
    Abrazooo

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    1. ¡Hola, Gabiliante! Poco puedo añadir respecto a los requisitos que mencionas para que una ficción resulte entretenida. Quizá, hasta quitaría la originalidad. A estas alturas está todo, absolutamente todo, contado. Es imposible que una historia nueva no tenga paralelismos con algo ya contado, ya sea en literatura, cómic, cine o series de televisión.
      Respecto a estas últimas reconozco que no las sigo. Palabrita que lo he intentado, pero tengo poco aguante. Al tercer episodio me empiezan a aburrir, cada vez pasan menos cosas en cada capítulo, se enlentece la trama y aumenta la paja para encajar en esos cuarenta minutos... No sé, no es un medio de ficción que me atrape, salvo aquellas series de historias autoconclusivas como la dimensión desconocida, Alfred Hitchcock presenta o la más reciente Black Mirror. Cada episodio una historia atrapante.
      A ver qué te parece si te haces con ella, en las librerías no se vende ya, pero puedes pedirla en la biblioteca. Un abrazo!!

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  3. O sea, "en ese mismo orden", no. En orden inverso.

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  4. ¡Hola, David!

    Para comenzar nos hallamos ante un título que llama la atención y no deja dudas en la chistera je, je. Coincido en que la base narrativa debe basarse en lo esencial y no irnos por los cerros de Úbeda con obras que se van a las 800 o 1000 páginas que van en contra de la propia historia con descripciones interminables o puro toreo de salón del escritor/a de turno. Unos buenos diálogos, una historia directa y un final bien elaborado es más que suficiente para engatusar al lector. Efectivamente una llamada de teléfono amenazante, una carta, etc...puede hacer subir la tensión del personaje en cuestión -y del lector- de manera mucho más eficiente que algo más obvio o conocido. Me parece también buena idea la relectura del libro para realizar una reseña tan impecable como la que has realizado. Calidad en el libro y en la reseña :). Alguna vez también he visto alguna película dos veces antes de reseñarla aunque en el cine de actualidad con 20 minutos diría que ya me se la desembocadura del río. Si ves el tráiler pues 20 segundos jajaja.

    Un fuerte abrazo.

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    1. ¡Hola, Miguel! Ja, ja, ja... En tu blog creo que ya te comenté más de una vez lo que pienso de esos trailers de hoy en día que solo viéndolos ya te sabes el noventa por ciento de la película. Y ya ni te cuento con la extensión y planteamiento de la mayoría de las películas de hoy, en las que los guionistas parecen haber olvidado aquella frase del maestro Billy Wilder "Una película debe comenzar con un terremoto y, a partir de ahí, ir en ascenso".
      Respecto a las novelas, reconozco que ya no estoy para rollos, je, je, je... Y una novela, en sus primeros capítulos ya me tiene que haber situado con el objetivo del personaje o bien haberme mostrado cuál puede ser el conflicto. O, al menos, me tiene que haber abierto la boca con algún detalle que me haga intuir lo bueno que me espera y, desde luego, tener una extensión de máximo cuatrocientas páginas, no hay historia que resista una mayor extensión, salvo que sea uno de los cuatro o cinco escritores elegidos. Un abrazo!!

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  5. ¡Hola, David!
    Me ha gustado mucho esta reseña y como la realizas, vas entrándonos en materia, dejando que ese deseo de encontrar el libro se convierta en parte de la trama, porque seguimos leyendo y pensando dónde buscarlo para leerlo ya.
    Fijate que lo que nos muestras basta y sobra para olvidarnos de Helen y vayamos detrás de Evelin como si fuéramos Paul, ja, ja. Y con eso de las descripciones justas me acabas de dar el tiro de gracia, pues si algo me desencanta es eso de estar leyendo un exceso del entorno, la vestimenta y todo eso que te saca el deseo de seguir y más a una servidora, pues pienso que esas cosas aportan muy poco a la trama, a menos que se traten de detalles importantes para tener en cuenta y luego ir atando cabos.
    Me gustó el cartel final, y el nuevo encabezado del blog, que resalta mejor ese revolver, si que te han hecho bien esas vacaciones y lo celebro.
    Se que si lo encuentro la disfrutaré tanto como aquel que recomendaste y leí de un tirón, "La mirada del observador" que me gustó mucho.
    Gracias por el jugoso libro y por darnos a conocer a esta autora que al parecer tiene ases escondidos bajo la manga, porque eso de sembrar el pánico tan solo con una llamada, es original, y está claro que de seguro lo usaron luego, como en la película "El Aro", con tan solo levantar el auricular y escuchar decir "seven days" ya se estaba temblando.
    Un fortísimo abrazo y que sigas disfrutando de la vida y las novelas negras.

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    1. ¡Hola, Idalia! Tras tantos meses de ausencia pensé que de alguna manera había que mostrar la nueva etapa con un pequeño retoque de chapa y pintura. Así que me he pasado al blanco y en efecto cambié el logo de la carátula. Volver es otra forma de empezar de cero.
      Respecto a las descripciones de los personajes o lugares veo que coincidimos. En mi caso, me pasa que conforme voy leyendo me hago una imagen mental tanto de los personajes como del lugar. Así que cuando el autor me describe hasta el blanco de los ojos casi que me da igual. Del físico, solo me interesa si presenta algo fuera de lo común, que tenga el pelo caoba, largo, corto o rizado me da igual. Y de los lugares, ni te cuento. Una calle es una calle, me da igual como la describa. Las peculiaridades o atmósfera que tenga eso ya lo veré conforme el personaje interactúe en ella.
      Me alegra que te gustara La mirada del observador. Esta novela es distinta, tira más a un thriller de misterio y no deja el poso de aquella. Pero sin duda es la mar de entretenida.
      Y lo de la película El Aro, en España El círculo, joder, la verdad es que los japoneses son únicos en las películas de terror, sin duda son muy retorcidos, je, je, je... Un fuerte abrazo!!

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  6. Hola, David.
    Como soy un fan de la novela negra y criminal y especialmente de los escritores que no se andan con rodeos (que usan y abusan de la famosa y molesta paja como relleno) y que utilizan unos diálogos creíbles, esta es una lectura de la que tomo debida nota.
    No conocía a esta autora, pero su historial como novelista, la trama que describes de esta novela y tu opinión, a la que le tengo una gran confianza, me ha impulsado a añadirla entre mis próximas lecturas.
    Lo realmente extraño es que cuando he consultado la Casa del libro y Amazon para conocer su precio, aparece una cifra aberrante, superior a los 200 euros. No me quedará más remedio que acudir a mi librería habitual para comprobarlo. Quizá este hecho no sea casual ya forme parte de la intriga y el terror que precede a la compra y de la que hace gala esta autora, ja, ja, ja.
    Un fuerte abrazo.

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    1. ¡Hola, Josep! ¡200 euros! Sí, he visto que algunos en Amazon hacen con sus libros de segunda mano como aquel chiste en el que uno le pregunta al dueño de un bar el precio de una cerveza y este le dice que un millón de euros. El cliente replica, claro, pero el dueño responde que sí, que es muy caro, pero con que venda una...
      La edición que yo leí la saqué de ese paraíso para el lector de novela negra que es la biblioteca La Bòbila de Hospitalet de Llobregat, que tiene un fondo especial y maravilloso de novela negra. Así que puedes encontrarla ahí o pedirla en la biblioteca de tu domicilio. Un fuerte abrazo!!!

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  7. Siempre he dicho que, así como no perdono a un autor que me miente, adoro a los que consiguen que me mienta a mí misma y veo que esta autora es de esas. menos mal que la leíste una segunda vez si no esta reseña hubiera sido muy distinta.
    Qué razón tienes en eso de que los lectores actuales estamos acostumbrados a giros tan alucinantes que ya empezamos a imaginarlos desde el principio. Conseguir que no los descubramos con anticipación es para quitarse el sombrero ante el autor. Yo también supe que Bruce Willis estaba muerto mucho antes del final.
    Magnífica reseña de una autora a la que no conocía y magnífica novela, al parecer, que ya tengo en mi lista de pendientes.
    Un beso.

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    1. Gracias, Rosa. Lo que he comentado es tal cual y la sorpresa me la llevé cuando regresé al inicio, cargado de munición, y fue entonces que me di cuenta de que la autora me la había metido doblada, ja, ja, ja...
      El problema de los giros es que, básicamente, hay un número limitado de esquemas de giros sorprendentes. Básicamente se basan en que la realidad no es la que parece, tanto en la situación como en la identidad del personaje y, si lo haces honestamente, al poco uno empieza a olerse algo. Como en el caso de esa película en la que de inicio se ve a un tipo pegándole un tiro a Willis y la siguiente escena lo vemos, sin saber por qué, en la casa de un niño, que ya sabemos que ve muertos.
      Seguro que esta novela te gustará. Un abrazo!!

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  8. Hola, David.
    Un día te preguntaré cómo haces para que el blog o las entradas te queden así, soy nula, no, lo siguiente, un pequeño cambio y lo destrozo, así que por miedo lo dejo sin manipular, :)
    Vaya tela con la bella Evelyn, aquí se demuestra que por muy bonita que sea en el exterior, por dentro puede estar carcomida y ser fea de narices, ja, ja, ja.
    Anotada queda, debo confesar que, desde hace unos cinco años o quizás más, siempre miro el número de páginas antes de leer cualquier novela, qué horror, eh, pero es cierto que, si no se me hace un mundo entero, me gusta que los personajes muestren lo que son, se reconozcan y se exhiban sin pedir disculpa por ello. Eso le hace que sean más humanos, reales. En esta novela me ha parecido que encima te metes en la mente de una sociópata narcisista, y bueno, eso llama muchísimo la atención, qué la mueve está claro por tu magnífica reseña, cualquier gesto que no sea de su agrado, pero, hasta dónde será capaz de llegar. Lo averiguaré eso seguro.
    Un abrazo enorme.

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    1. Gracias, Irene. Te agradezco tus palabras por el diseño de las entradas. Tampoco te creas que sepa demasiado, ni de lejos. Sí es verdad que me gusta crear diseños. De niño soñaba con ser dibujante de cómics y ellos son mi referente estético. En la época en la que realizaba revistas en El Tintero de Oro con vuestros relatos medio aprendí a manejarme con el Canva y poco más. Mis entradas suelen ser muy largas e intento que, al menos, visualmente, sean amables a la vista.
      Precisamente, ayer leí tu último relato y viendo el personaje que te marcas en él me imaginé enfrentado con esta, ja, ja, ja... Sí, la Evelyn de las narices es una tiparraca muy peligrosa, capaz de arruinar la vida a cualquiera. Además, al ser su autora mujer, pienso que le añade un punto diría que pérfido y sofisticado que si hubiera sido escrito por un hombre, que somos menos sutiles. Seguro que la vas a disfrutar. Un abrazo!!

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  9. Hola, David. Pues fíjate que no conocía a esta autora pese al reconocimiento que tiene. Estar al nivel de la Highsmith es mucho decir. Me ha encantado lo que cuentas sobre esta historia, el perfil de los personajes tan bien trazado y la maestría en los diálogos que siempre es algo complicadísimo. Me gusta también el tono de novela clásica que comentas y respecto al giro, pues sí, supongo que es inevitable verlo venir desde nuestra perspectiva actual, igual que pasa con muchas películas de la época, pero quizá sea lo de menos porque la novela desde luego resulta muy atractiva. Voy a ver si la encuentro. Un beso y muchas gracias por la recomendación. Genial tu reseña.

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    1. Hola, Marta. Reconozco que leo poca novela negra actual, pero es que cuando me animo... puf. Una de las cosas que me llama la atención es que el nivel de los diálogos ha descendido muchísimo. Son planos, sin gracia ni subtexto y, sobre todo, no identificables con el personaje. Hace unos meses leí una novela negra española que forma parte de una trilogía muy vendida y te aseguro que pocas veces sentí tanta vergüenza ajena leyendo a supuestos policías adultos, hechos y derechos, hablando como adolescentes.
      Quizá sea yo, claro. Pero es que las comparas con estos clásicos y, joder, no hay color. Un fuerte abrazo!

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  10. Qué buena reseña... Sabes preparar el plato para que el aroma nos haga la boca agua...
    Esto me ha gustado mucho...:
    "Cuando se tiene una historia, se cuenta. Cuando no se tiene, se hace como que se cuenta". Para mí eso define al buen escritor. Se puede contar de muchas, muchas maneras, pero hay que tener algo que contar y contarlo de modo que el escritor te agarre y no te suelte.
    Con los diálogos ocurre igual. Un buen diálogo es el alma de la novela y qué triste es cuando los diálogos son sosos o planos. En las películas pasa igual. Por eso tienes, razón: que sea de la primera mitad del siglo XX ya es indicio de calidad. A mí me da mucha pereza leer cosas modernas porque ya no sabes qué encontrarás... Para colmo, la tendencia cada vez mayor es a la pérdida de calidad en fondo y forma.

    Me imagino que esa síntesis final con tu voto (tan original) en una imagen es de tu invención. Si ésta sólo te ha alegrado el día... ¿qué será de la envuelta en terciopelo...? No quisiera perdérmela...
    Un abrazote, David, ha sido muy agradable la reseña

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    1. Hola, Maite. Veo que coincidimos en la diferencia entre la manera de narrar antes y la manera de narrar de ahora. En lo referente a los diálogos la diferencia es abismal. Parece que las nuevas generaciones de autores están más acostumbrados a chatear que a hablar, je, je, je... Respecto a las películas pasa lo mismo, me da mucha pereza ponerme un estreno, aunque hace poco encontré la solución.
      Después de comer, me echo en el sofá y me pongo una película actual. Pueden pasar dos cosas. En un 99% estoy roncando a los tres minutos de empezar la película. Así que no he perdido demasiado tiempo viéndola. El uno por ciento restante logra que supere despierto esos tres minutos e incluso consigue desvelarme y dejarme sin siesta. Es infalible.
      Ja, ja, ja... La verdad es que eso de dar puntos o una valoración final no es algo que me guste demasiado, pero pensé en incluir ese añadido para esta nueva etapa por aquello de cambiar algo. Puf, reconozco que ni yo mismo sabría decirte qué novela es dinamita envuelta en terciopelo, es más un criterio emocional, esa sensación especial que te deja, ese cosquilleo de asombro... La verdad, no hay muchas que me la hayan dejado, pero seguro que alguna la traeré.
      Más dolores de cabeza me provoca lo contrario. En los últimos meses he leído dos novelas negras terribles, malísimas. La duda que se me plantea es, ¿merece la pena reseñar algo tan malo? Además, son de autores actuales lo que me genera un añadido amargo. No sé.
      Un fuerte abrazo!!!

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  11. Después de la buenísima impresión que tu estupenda reseña nos has trasmitido de esta obra, me gustaría saber qué tiene que tener una novela negra para que la califiques como " dinamita envuelta en terciopelo, obra maestra" jaja si ya me das un título, te lo agradeceré infinitamente porque aunque disfruto mucho cada vez que te lo, debo reconocer que justamente la novela negra es el género que menos me atrae en general y te digo por qué, soy muy curiosa e inquieta, en el buen y mal sentido y además, pelín impaciente así es que cuando tomo un libro entre mis manos siempre le someto a mi prueba de fuego -que se, que ti será un sacrilegio- y por eso comprenderás que los thriller no me atraigan en papel, en cine si, si son buenos -un especie muy muy rara- meeencantan, porque hay que ser muy inteligente y además extremadamente cuidadoso, para no resultar predecible, para como tu dices hace esta novela, te sorprenda e incluso descoloque con esa sensación de que nos ha tomado el pelo su autor y sin embargo, cuando lo observas en detalle, todo está perfectamente hilado.. Bueno, no sé si me perdonarás, pero resulta que yo empiezo a leer un libro y me voy directamente al centro y al final, si lo que leo me engancha sigo.. pero claro ¿ qué te impulsa a atarte a una novela de misterio? Su resolución, si la destripas nada más empezar la cosa no tiene aliciente o mejor dicho, pierde mucho, casi todo .. en fin, esperaré tu recomendación y experimentaré sin destrozarla con mi método : )

    Mil gracias por este original formato de blog que tienes ( parece un rompecabezas jaja me gusta, lo puedes disfrutar por piezas ; ) y además de todo esto, por el excelente comentario que me regalaste en el blog, lo comparto al 100%. Un placer leerte siempre DAVID, un fuerte abrazo!

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    1. ¡Hola, María! Ja, ja, ja... Te cuento un secreto. Yo hago lo mismo antes de comprarme una novela o cogerla en la biblioteca. Normalmente, un par de páginas bastan y sobran para tomarle el pulso.
      Bueno, si la novela es buena, aguanta ese destripe. Un buen final no salva una mala novela, ni un mal final arruina una buena novela. Además, dentro de la Novela Negra hay varios géneros. Esta de La bestia se acerca es un thriller de misterio en el que, en efecto, responder al quién es el motor de la trama. Pero las Novelas Negras más puras, y mejores, son aquellas en las que el misterio o el descubrimiento del asesino pasan a un segundo plano.
      Al hilo de esto y por mencionar un par de novelas ya reseñadas en este blog diría que Pacto de Sangre de James M. Cain o La mirada del observador de Behm, perfectamente entrarían en esa categoría de Dinamita envuelta en terciopelo y en ellas te aseguro que da igual, incluso, que leas primero el final.
      PD. Bueno, tampoco me hagas mucho caso, ja, ja, ja... Mis opiniones son muy volubles en el tiempo, aunque es verdad que si algo me dejó la pandemia es una mirada muy crítica del mundo actual en general y de la relación Poder-Individuo en particular.
      Un fuerte abrazo!!

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  12. Hola, David
    El título ya lo dice todo, y desde luego no es fácil de olvidar. Lo primero, felicitarte por la reseña, muy cuidada y detallada, que fomenta las ganas de leer el libro. No había leído a la autora.
    Estoy totalmente de acuerdo contigo en el tema de los diálogos, lo importante que son en una novela y lo difícil que resultan en la mayoría de ocasiones. Y que te sorprenda un libro por sus giros, finales o incluso durante el desarrollo, por su fino hacer al trabajar las tramas, lo convierten en un buen libro.
    Sólo hay una cosa con la que no coincido, con la película 'El sexto sentido', yo no lo tuve claro desde el principio, tardé un poco más, debo leer más novela negra, jejeje.
    Un fuerte abrazo!

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    1. ¡Hola, Mayte! Pues oye, te envidio con lo de El sexto sentido. Te aseguro que nada hay más emocionante que el asombro y la sorpresa de un giro de historia que uno no se espera. En mi caso, el problema es que he leído muchísimos cómics del género pulp como los que publicaba la maravillosa EC Comics. En cada número ofrecían cuatro historias cortas que, por lo general, terminaban con un final inesperado. Claro, después de disfrutarlas mucho, uno empieza a ver las costuras del guionista preparándose el terreno.
      Un buen diálogo es capaz de sostener una trama flojucha, simplemente "escuchar" una conversación entre dos personajes, con estilo, gracia, subtexto y naturalidad ya es algo disfrutable por sí solo.
      Seguro que esta novela te gustará. Un fuerte abrazo!!

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  13. Hola David, como siempre, es un gusto leerte. Los pedacitos que pusiste me han llamado la atención, voy a buscar la novela. También me gustó mucho, (no lo habia visto) tu estilo de "valoración" con las balas en la cámara de la pistola, buenísimo. Gracias por compartirnos esta obra y a su autora. Te dejo abrazos.

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    1. Gracias, Ana. Bueno, la verdad es que no soy muy dado a poner notas a las lecturas. Es algo tan subjetivo y, además, dependiente del momento en el que la novela y uno mismo se cruzan... Pero se me ocurrió este sistema para darle un puntito de novedad a la nueva etapa. Me alegra que te haya gustado, era obvio que en un blog titulado Balas y Estrellas, fueran las balas las que formen la valoración final. Un abrazo!!!

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